El periodista David Jiménez ha cubierto guerras y acontecimientos durante los últimos doce años como corresponsal del periódico El Mundo en Asia. Fruto de este trabajo fue Hijos del Monzón, un libro de viajes. Ahora, se estrena en ficción con El Botones de Kabul (La esfera de los libros), una historia ambientada en la capital de este país devastado. Jiménez ha charlado con los lectores sobre esta obra y su labor como corresponsal.
Foto: Claudio Álvarez
1nei27/10/2010 12:04:12
¿Qué cuenta en su novela? Convénzame para que me la compre
El libro es un intento de contar lo que la guerra hace a las personas, más allá de esos términos cínicos que se utilizan, tipo daños colaterales y demás. He utilizado un escenario real, Afganistán, y personajes reales, como el botones de Kabul que da título a la novela, para describir la amistad, el amor o la lealtad en un lugar brutalizado por décadas de violencia. Ir un poco más lejos de lo que me permiten mis noticias o reportajes.
2almudena27/10/2010 12:06:24
David, ¿Qué fue del verdadero botones de Kabul? ¿Sigue en el Hotel Intercontinental?
Conocí al botones de Kabul en . Me contó que llevaba años acudiendo a su puesto de trabajo bajo los bombardeos, las invasiones y los golpes de Estado. Era uno de esos héroes anónimos que tiene toda guerra y pensé que su historia y la resistencia del pueblo afgano merecían ser contadas. Volví el pasado mes de abril al hotel y me dijeron que el botones, Habid en la novela, se había jubilado. Desgraciadamente, sin ver cumplido su sueño: un Afganistán en paz.
3Patricia27/10/2010 12:08:15
Me gustaría saber de donde has sacado la foto de la portada del libro. Gracias
Las fotos de las ruinas de Kabul que aparecen en la portada son mías. Después el diseñador hizo un montaje, añadiendo un botones que camina de espaldas hacia lo que parece un hotel en ruinas. Creo que logró una imagen muy evocativa.
4Khun Carmen27/10/2010 12:11:48
Los dos protagonistas de la novela representan extremos opuestos, la inocencia de uno frente al cinismo de otro ¿con cuál de los dos te identificas más?
Creo que ambos tienes cosas mías. El botones lucha porque la guerra no le cambie como persona, algo muy difícil cuando tu objetivo diario es sobrevivir. Frank Goldkamp, el personaje estadounidense, ha perdido esa batalla. Es un cínico que ha visto lo peor de la condición humana y esto le ha deshumanizado. Cuando sus destinos se juntan, y una nueva guerra comienza en Afganistán, todo lo que creían será puesto a prueba.
5anonimo27/10/2010 12:14:08
Hola David, he leído tu novela y me ha encantado. Una gran historia. ¿Piensas seguir escribiendo ficción?
Mi primer libro, Hijos del Monzón, fue puramente reporterismo literario. Cuando me decidí a escribir un alegato contra la guerra, dudé si debía hacer otro ensayo. Al final me decanté por la novela El Botones de Kabul. Pero me cuesta pensar en este libro como una obra de ficción. Los personajes están inspirados en personas que he conocido, es escenario es real y hay mucho de mi experiencia como corresponsal de guerra en el texto final. Es otra forma de contar la realidad.
6Núria27/10/2010 12:16:31
¿Qué ha aprendido de su trayectoría como corresponsal de guerras?
Que la capacidad del mal (y del bien) está en todos nosotros. Si se dan las circunstancias adecuadas, el demonio que hay en todos nosotros puede salir y hacer cosas de las que no nos sentimos capaces. La mejor forma de mantenerlo encerrado en nuestro interior es aceptar esa realidad.
7Kozumi27/10/2010 12:20:13
-En primer lugar, felicidades por tu nuevo libro. ¿Cuánto tiempo vivido en Kabul ha sido necesario para conocer la realidad de un ciudad y un país, tan desconocida en su intimidad para la mayoría de nosotros? -Un abrazo y gracias por tus obras.
Gracias. Fui a Kabul por primera vez durante la guerra en . Después he seguido viajando por el país ocasionalmente. El libro arranca con la descripción del Hotel Intercontinental de Kabul, donde pasé muchas noches. Mi preocupación al escribirlo era transmitir lo que siente un afgano que no ha vivido otra cosa que guerra durante décadas. Es difícil, porque por mucho que un reportero vaya al país, y cubra una guerra, siempre tendrá la ventaja de que llegado un momento se podrá marchar a su casa. Es una opción que la gente no tiene allí. Nunca sufres lo mismo que la gente de la que escribes.
8linave27/10/2010 12:25:31
¿Qué relaciones hay, si las hay, entre "Hijos del Monzón" y "El Botones de Kabul"? Una vez oí a Javier Reverte que escribió una novela ("La noche detenida") para contar lo que no podía contar en sus relatos de viaje: ¿le sucede a usted algo semejante con sus libros? Muchas gracias.
Me ocurre algo parecido. Los libros me sirven para llenar el vacío que me queda cuando me marcho de lugares en guerra, muchas veces con la duda de si supe contar el verdadero drama más allá de los partes militares y las cifras. La inmediatez del periodismo no te permite profundizar todo lo que querrías. Te marchas y dejas atrás a toda esa gente que te ha contado sus historias. En Hijos del Monzón me propuse encontrar a niños que habían aparecido en mis reportajes, para contar qué fue de ellos y de los lugares donde los encontré. Fue un ejercicio de redención periodística. El Botones de Kabul es algo similar. Le debía a los personajes de la guerra contar mejor cómo es su vida y cómo ésta es destrozada por la violencia.
9Ana27/10/2010 12:30:50
David, ¿se puede uno presentar como "corresponsal en Asia"? ¿No es una zona demasiado amplia? Un saludo
Totalmente de acuerdo. En Asia vive el % de la población del mundo. Desde mi corresponsalía viajo a países diferentes. No es posible cubrirlos todos. Pero Asia no ha importado a los medios hasta hace poco. Cuando llegué, en , la prensa española no estaba ni se la esperaba. Poco a poco, esa situación ha mejorado. Digamos que uno hace lo que puede por cubrir la región lo mejor que puede.
10futuro reportero27/10/2010 12:34:57
¿Como comenzaste tu carrera de corresponsal?
Me presenté voluntario. Miré un mapa, me pregunté donde no había corresponsales y entré en el despacho del director de mi periódico para decirle que estaba dispuesto a ir a Asia. Le gustó la idea y pocos días después marchaba rumbo a Hong Kong. Pero aquello fue hace años. Hoy sería mucho más difícil por la precariedad que hay en el oficio. Sigo creyendo, sin embargo, que la mejor opción para un futuro periodista es coger la maleta y poner rumbo a algún lugar donde ocurran cosas. Lo menos que te puede pasar es que crezcas como persona. Probablemente también como profesional.
11Melanie27/10/2010 12:39:27
¿Cuál ha sido la situación más tensa que has vivido en estos años como corresponsal?
No necesariamente en orden: el tsunami del Índico en , la guerra de Afganistán, las decapitaciones de madureses en Borneo, la revuelta de los monjes en Birmania, el terremoto de Cachemira, la destrucción de Timor Oriental... Muchas historias conocidas, pero también otras que no ocuparon la portada del periódico y que me dejaron huella. A veces, eso ocurre simplemente con el encuentro de un niño trabajando en un vertedero de Manila o comprobando la fortaleza de un grupo de mujeres desfiguradas con ácido en Bangladesh. Este trabajo te pone frente a lo peor y lo mejor de la condición humana casi a diario.
12Hector27/10/2010 12:41:44
Buenos días David, Antes de nada, felicitarte por tu anterior libro Hijos del Monzon (me parecio espectacular) y estoy a la espera de tener esta nueva entrega entre mis manos. Mi pregunta,¿te veias como corresponsal cuando comenzaste tu carrera de Periodismo?
Gracias. La verdad es que no. Empecé en la redacción del periódico y enseguida llegó la desilusión. Aquello no era lo que imaginé. Me di cuenta de que las cosas importantes no iban a ocurrir entre aquellas paredes y no quería pasarme el resto de mi vida cubriendo ruedas de prensa. Me hice corresponsal para huir de la redacción, la verdad.
13Mila27/10/2010 12:44:38
Siempre he sido una lectora empedernida y me encantan los libros que tienen un fondo de verosimilitud disfruto comprobando lo que hay de ficcion y lo que hay de realidad en ellos. En su libro, ¿qué hay de verdad y que de ficción? ¿Cuanta tentación hay a la hora de escribir de dejarse llevar por la imaginación y de tratar de contar lo que uno cree que es?
Afganistán casi te obliga a rebajar la realidad. Casi todo en el libro es real, incluso cosas que parecen increíbles. Hay un momento en el que se describen las ejecuciones que los talibanes llevaban a cabo en una piscina. La vaciaron de agua y arrojaban a las acusadas desde un trampolín. Si sobrevivían a la caída, eran consideradas inocentes. De lo contrario, culpables. Parece mentira, pero ocurría. Quería novelar la guerra y sus consecuencias y Afganistán era, desgraciadamente, el escenario perfecto para hacerlo.
14María27/10/2010 12:47:33
David, ¿es tan deprimente la realidad afgana como parece? Gracias,
Lo es, pero también hay esperanza. Está en personas como los empleados del Intercontinental de Kabul que han inspirado la novela. Al acudir a sus puestos de trabajo durante décadas, incluso tras la muerte de sus compañeros, trataban de mantener abierta la puerta a la esperanza. Me llama la atención la forma en la que, incluso en mitad de la oscuridad más absoluta, siempre hay gente dispuesta a aportar un poco de luz. Afganistán saldrá adelante, pero llevará mucho tiempo.
15morgatti27/10/2010 12:53:01
Hola David, somos unos alumnos que asistieron a tu charla en la facultad de Periodismo de Málaga y nos impresionó mucho tu testimonio de corresponsal. ¿Por qué crees que hoy en día tan pocos periodistas se atreven a ser corresponsales? ¿Es por comodidad o por miedo? ¿Es un trabajo incompatible con la vida familiar?
Hola y gracias por venir a la charla. El trabajo de corresponsal es perfectamente compatible con la vida familiar. No creo que el problema sea la falta de periodistas dispuestos a ser corresponsales, sino que cada vez menos medios están dispuestos a costear el gasto de tener a un reportero fijo a miles de kilómetros de distancia. Se están cerrando corresponsalías y recortando los medios de las ya existentes. Se tiende a utilizar colaboradores, a menudo mal pagados. ¿Quién quiere arriesgar su vida en una guerra si te van a pagar unos pocos euros por crónica? Y, a pesar de ello, te encuentras gente dispuesta a hacerlo.
16Iris27/10/2010 12:57:35
Hola David ¿Qué cosas tenemos en común los españoles con los afganos?
Una madre de Kabul y otra de Madrid quieren los mismo. Un joven de años de Badajoz y otro de Kandahar quieren lo mismo. Soy un convencido de que cuando nos quitamos el envoltorio, en lo realmente importante, somos iguales. Tenemos las mismas aspiraciones, los mismos miedos, las mismas esperanzas.
17Fermín27/10/2010 01:01:35
Recién terminado el libro he de decir que me ha gustado. Se adentra en la época de los talibanes. Desde tu experiencia en aquella parte del mundo, ¿que nos puedes decir de la época posterior a los talibanes? ¿vivirían los personajes de tu novela en ese Afganistán con el que soñaban hoy en día? Un saludo
Hubo una oportunidad de crear en Afganistán un país decente y se perdió. Los americanos invadieron, ganaron y se olvidaron. Otra vez. Fueron a por la siguiente presa, Irak, y permitieron el resurgimiento de los talibanes. Creo que hoy son conscientes de que no van a ganar esa guerra y que preparan su salida, disimulando todo lo posible el desastre. La de Afgansitán es la historia de una traición constante, por todos. Mi personaje, el botones de Kabul, es una persona traicionada. Sus sueños no se han cumplido y no porque no pusiera empeño, sino porque otros lo han impedido. Es el drama de ese pueblo.
18Frein27/10/2010 01:06:34
Mucha gente suele criticar la invasión de Afghanistán. A mí esto siempre me ha alucinado puesto que considero las intenciones de Estados Unidos totalmente secundarias con respecto al gran problema, el horror de los talibanes. ¿Qué opina?
Por supuesto que los talibanes son despreciables y merecían ser derrocados, aunque me habría gustado que hubieran sido los propios afganos los que hubieran hecho el trabajo. El problema, independientemente de que se esté a favor de la intervención extrajera en el país, es que después de la ocupación casi todo se ha hecho mal. Se ha colocado a un presidente inestable y corrupto en el poder, como de costumbre. Se ha priorizado el bombardeo y la estrategia militar sobre el desarrollo. Se han sacrificado valores por ganancias inmediatas. Y, ahora, desgraciadamente, es tarde para rectificar. Afganistán podría haberse ganado con escuelas y hospitales, un gran Plan Marshall. No se hizo y lo están pagando los soldados extranjeros y, sobre todo, los civiles afganos.
Mensaje de Despedida
Gracias a todos por participar. Y a los que tengáis oportunidad de leer el Botones de Kabul, espero que os guste. Saludos. David
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