_
_
_
_

El cortafuegos

No existía, pero las próximas elecciones municipales y l’air du temps lo han creado: ahora ya es un problema obligatorio. Es del género inocente, para no decir otra cosa, oponerse a estas iniciativas. Más inteligente y eficaz es cortar el nudo gordiano como lo ha hecho el gobierno de Zapatero, incorporando la prohibición del burka a la ley de libertad religiosa. Pero tan urgente o más es evitar que los populismos derechistas rampantes en toda Europa nos marquen la agenda política y nos dicten los problemas optativos que deberán convertirse en obligatorios.

Hay muchas cosas en las costumbres y en los comportamientos de una nutrida franja de la población inmigrante que debiera preocuparnos más que el burka: por ejemplo, que las niñas no sean desescolarizadas en cuanto entran en la pubertad, que no sean repatriadas a sus países de origen para ser sometidas a la ablación o a matrimonios forzosos, que no se implante de forma subrepticia una poligamia esclavizadora, o que no se permita a los imames el ejercicio de una autoridad fáctica sobre comunidades recluidas y marginadas en guetos. La integración de los inmigrantes musulmanes, sobre todo los procedentes de las regiones más pobres y atrasadas, plantea un abanico de problemas que exigen debate y tratamiento respetuoso con los derechos y exigente con sus deberes como ciudadanos.

La introducción del debate del burka en los ayuntamientos ha sido, en cambio, una iniciativa que no tiene nada que ver con la integración de los musulmanes. Es un intento de trazar una raya en el suelo que separe y divida, a los grupos humanos, a las comunidades y a los partidos, para sacar un provecho político y electoral, como parte de un programa más vasto todavía. El anterior intento fue la utilización del padrón municipal para convertir los instrumentos de integración en labores propias del ministerio del Interior. Quienes lanzan esas ideas se presentan como bomberos, pero son pirómanos que buscan el enfrentamiento y el conflicto, el río revuelto al que quieren tirar sus cañas electorales.

Bien está, por tanto, el oportuno cortafuegos, pero harán falta muchos más esfuerzos para evitar que los numerosos pirómanos europeos no terminen encendiendo el choque de civilizaciones entre cristianismo e islam. Saben, además, que tienen la complicidad precisamente de aquellos a quienes dicen atacar: nadie más interesado en este choque que el fundamentalismo islámico.

Comentarios

La revista británica The Economist, en ocasión de la prohibición del burka en lugares públicos en Francia, hace cosa de dos meses (el artículo era: “The war of French dressing. France's ban on the burqa”), apuntó que la cuestión burka va más allá de la cuestión de la laicidad: el velo no sería un símbolo religioso, no una prescripción musulmana. Señala The Economist que si todas las democracias liberales están llamadas a buscar un compromiso entre libertad y seguridad, esta eventual ley francesa podría ser vista por algunos como el intento de imponer costumbres occidentales a quien proviene de otras tradiciones. Parece un comentario atinado. Un saludo.
los populismos derechistas rampantes en toda Europa nos marquen la agenda política y nos dicten los problemas optativos que deberán convertirse en obligatorios. tu mismo lo dices todo.los socialistos ni muuu.
En Madrid, los organizadores del desfile anual del Orgullo Gay, una fiesta muy vistosa y alegre, este año excluyeron a la delegación israelí. Es más fuerte el antiisraelismo, disfraz progre del antisemitismo, que la natural empatía de los gais españoles con sus colegas hebreos, pese a que comparten las mismas preferencias sexuales y los mismos enemigos homófobos. ¿Qué sucede? Ocurre algo que ha perseguido fatalmente al pueblo judío desde hace dos mil años: ciertos grupos sociales poderosos toman a los hijos de David como instrumento para expresar rápidamente la identidad por la que quieren ser conocidos. Hoy, la izquierda, la mal llamada progresía (gentes que, paradójicamente, admiran el modelo de desarrollo de los pueblos que menos progresan), se sirve del antiisraelismo como seña de identidad que le ahorra el trabajo de elaborar un discurso político y social complejo. Basta enroscarse al cuello una bufanda palestina y gritar consignas contra Israel para que la prensa, los vecinos, las muchachas del barrio, los amigos y los enemigos sepan que uno es un progre que suscribe el ideario de la izquierda y anda preocupado por el destino glorioso de la humanidad. El antiisraelismo-antisemitismo es, pues, una señal, un póster, un tatuaje, una declaración sin apelativos, un sucedáneo homeopático de la ideología. Me temo que siempre ha sido así. Todo comenzó (o se acentuó) en el siglo IV, cuando Roma, en tiempos del emperador Teodosio (nacido en Hispania, por cierto), convirtió el cristianismo en la religión oficial del Imperio y declaró "dementes y malvados" a los que no se sometieran a la autoridad moral del obispo de Antioquia. Y dado que el cristianismo había surgido como un pleito entre judíos librado en las sinagogas del Medio Oriente –hasta que los cristianos renunciaron a sus orígenes y crearon una religión separada y universal–, quienes acabaron derrotados y perseguidos fueron los judíos. En esos siglos romanos, el IV y V, había dos maneras urgentes de demostrar la adhesión al César y la lealtad al Estado. Una, menos importante, era el antipaganismo. La otra era el antijudaísmo. La nueva fe se proclamaba denostando a los supuestos "asesinos de Dios". Las tribus germánicas que destrozaron, imitaron y, en cierta medida, continuaron la tradición romana en Europa Occidental aprendieron la lección: ser antijudíos les servía como señal inequívoca de cristianismo, que a partir del siglo VI comenzaron a asumir como muestra de la romanización que habían experimentado. Dictaron entonces feroces normas antijudías para complacer al Papa, fuente de legitimidad política en aquellos tiempos, e inauguraron severas normas punitivas antijudías... que se mantuvieron durante un milenio: exclusión, guetos, castigos crueles... En el 711, cuando los árabes invaden y dominan España, un reino entonces controlado por los visigodos, pueblo de origen germánico, ya se preparaba la expulsión de los judíos. Las cosas no fueron distintas durante todo el Medievo. La malvada acción de los judíos servía para explicar las plagas, las pestes y las catástrofes entonces incomprensibles. Culpar a los judíos era mostrar solidaridad con las víctimas. Era lo progre, lo bueno. Como culpar a los usureros y a los banqueros judíos servía para demostrar la solidaridad con los pobres que apenas podían alimentarse cuando sobrevenían las sequías o cuando las guerras agotaban los cofres del monarca. Es un error pensar que Francisco de Quevedo, el gran prosista español del siglo XVII, era un reaccionario por su áspero antisemitismo. Lo progre en aquella época, la manera de luchar contra la injusticia, era señalar a los judíos como responsables de numerosas calamidades y hechicerías. Y así siguió la tradición. En el siglo XIX, cuando surgieron las naciones-estado, combatir a los judíos, grupo excéntrico, sirvió para subrayar el nacionalismo. Por eso, cien años más tarde fascistas y nazis incorporaron la judeofobia a su ideología: esos Estados fuertes y hegemónicos moldeados en los discursos de Hitler y Mussolini tendían a la uniformidad. Ser antisemita era la manera más eficaz y económica de ser patriota y nacionalista. ¿Cómo no extirpar de la faz de la tierra a esos impertinentes elementos, culturalmente ajenos a la pureza racial y siempre dispuestos a la traición a la patria? En nuestros días ya no es elegante utilizar el argumento biológico o racial (salvo en los medios islámicos radicales), pero queda el subterfugio de blandir el antiisraelismo. Un progre, que no mueve un músculo cuando Sudán asesina a cincuenta mil personas, se indigna ante el lamentable incidente de la flotilla, en el que murieron diez activistas mahometanos. ¿Por qué ese doble rasero? Porque protestar contra Sudán no define ni perfila la identidad. No es útil. Ese servicio, en cambio, lo prestan los judíos estupendamente desde hace dos milenios.
Eoooooooooo, eoooooooooo, eoooooooooo, eooooooooooooooMagnificamente bien dichoooooooEsperemos a la progresía descerebrada salir con alguna bobada como las de John Doe, el sin nombre porque su nombre es cobarde, y las de sus microcefálicos ácolitos.
Tan extensa como innecesaria clase de historia del racismo para acabar buscando la legitimación al asesinato a sangre fría, a manos de comandos militares israelitas, de diez civiles, apoyándose en el hecho de que los "diez activistas" eran "mahometanos". Y el seguidor de Posada Carriles, insuperable en su papel de hooligan, haciendo la ola.Qué lejos quedan los tiempos en los que EEUU ejercía culturalmente el liderazgo mundial.
Mú. La gente está tan perdida hoy que se pone a comentar los problemas en Oriente Medio. Mirad vuestro patio trasero, niños. Europa, dentro de treinta o veinte años tendrá una geografía demográfica muy distinta de la que conoceis ahora... Y por mi parte, el conflicto palestino e israelí , si ambos tuvieran dos dedos de frente, esto no duraría tanto. Firmarían la paz, y sólo despues, a pulir detalles. Lo que no quita que ambos tengan su estrategia a largo plazo, pero no se preocupen. Es humano querer la parte del león... y es eso lo que les ha llevado a estar así hoy. Yo, por mi parte, les dejo. Es un problema regional que se ha magnificado tanto que ha confrontado a Occidente y a la Umma de forma casi artificial. Los romanos eran más sabios. Primum vivere.
Y pragmáticos.
Por último, antes de poneros tan alegremente solamente del lado de los palestinos y el mundo árabe. Tenéis que conocer la historia de la creación del estado de Israel, a fondo. Por ejemplo, sabéis que desde el principio o sea en el año 1948. Una coalición árabe, formada por Transjordania, Egipto, Siria, Líbano y Irak atacaron con sus ejércitos regulares, al recién creado estado de Israel, que por aquel entonces era minúsculo? Lo sabías ¿? . Sabéis que años más tarde, volvieron a atacar en la famosa guerra de los seis días y volvieron a perder y fue entonces que como represalia por una parte y para proteger mejor sus fronteras por otra, es cuando ocuparon los territorios que ahora ocupa Israel. Sois conscientes, que son los árabes liderados por los palestinos, quienes nunca aceptaron la convivencia en paz, con el estado de Israel. Yo entiendo y creo que aquí en Catalunya cometéis un error de bulto, comparáis la situación de palestina, con la de Catalunya en la época franquista. En general hacéis el paralelismo de España fascista (Israel) contra palestina (Catalunya) y no tiene nada que ver. Sería más bien los países árabes incluyendo palestinos (España franquista) y Israel (Catalunya) buscando que le dejen vivir en paz y que reconozcan su independencia. Para el resto de España, creo que la fobia anti-Israel, para los de derecha, es una reminiscencia del antisemitismo de siempre. Que desemboco en la antigüedad, en la inquisición y la expulsión de los judíos de España. Para los de izquierdas, es una mezcla del antisemitismo secular español y que les han vendido la idea de que los palestinos son de izquierdas. Como si algún árabe o persa o da igual que musulmán, tuviese la mas minina idea de lo que significa ser de izquierdas. Son tan tontos, que no se dan cuenta, de que mientras les den ayuda material, monetaria y moral. Dirán que son comunistas, marxistas, leninistas y lo que haga falta. Pero cuando, ganen si ganan y tomen Israel y la destruyan, que es lo único, que sabe hacer esta gentuza. Verán el verdadero rostro, del buen musulmán de izquierdas…el buen musulmán progre…que lapida a sus mujeres y le ponen el burka. Cuando Israel, caiga ¿quienes creéis que será la siguiente en caer? Melilla y Ceuta y después…Europa entera, caerá bajo el yugo de la sharia . Ya tenemos ochenta millones de apacibles musulmanes en nuestro territorio, con una tasa de natalidad que supera a la de los nativos en seis o siete puntos. Así que vosotros mismos, seguid apoyando a palestina y dentro de veinte años, a rezar a la meca, so pena de ejecución…y los homosexuales de izquierdas que os queda tan fashion el pañuelito de los cojones…seguid boicoteando a los israelís, que cuando manden ellos…os van a colgar con el pañuelito palestino del palo mayor . Por tontos del culo y cortos de vista.
Ese John Doe debe ser un gran tipo, a juzgar tanto por lo que escribe como por el odio y rabia que despiertan sus palabras en los sujetos más indeseables que asoman por los blogs de este periódico. Estoy totalmente de acuerdo con el análisis de la situación que hace en el comentario que ha copiado Alex en el artículo de ayer y no me extraña que provoque la ira de los que se sienten retratados en ese análisis e impotentes para rebatirlo.
Me han gustado tanto el artículo como los comentarios de los lectores. Pero la pergunta que me hago es ¿De qué viven los emigrantes actualmente? ¿Cómo ha comenzado el flujo? De pronto, desde hace un par de años, veo que el perfil del emigrante ha cambiado. Ecuatorianos, peruanos, colombianos...están volviendo a sus países porque no hemos sido capaces de adoptar un modelo práctico y real a la hora de integrar a los emigrantes en nuestro modelo socioeconómico en función de sus recursos. Esto es, un modelo inventado ya por Europa que viene a decir que cuando llegas a un país, si no superas competitivamente al oriundo, te toca ponerte a la cola y comenzar por los trabajos domésticos. Un modelo que todavía estaba por desarrollarse en España, todavía sin europeizar. Las empresas ganaron aprovechando la ley de la oferta y abarataron los salarios. Por poner un ejemplo, en el 2003 apenas is quedaba un camarero valenciano en Valencia. Y nuestra querida patronal continúa manteniendo aspectos culturales tercermundistas. Y no porque existan conflictos sociales o raciales, sino porque culturalmente no han superado el principio de la igualdad a nivel interno. Mujer igual a hombre u hombre igual a mujer. Emprendedor te quiero porque generas mercado innovándolo y sostienes sectores que lo requieren. Su tendencia a cerrar los mercados inspiradas en los monopolios y oligopolios, ha continuado en vigor. Mientras los sindicatos continuaban sin trabajar sus reflejos. Esto es lo que no se molestó en explicitar Phil Bennett, en el artículo de opinión "Retrato de un país en crisis", ni tampoco en referenciar nuestra historia más allá de los años 50 del siglo XX. Porque si carecíamos de estructuras y de infraestructuras, si la gente del campo vivía en silos, no se debía a que se desconociera la revolución industrial, o la era napoleónica, o la 2ª Internacional. Tampoco se debía a Franco en exclusividad, la falta de inversión y de internacionalización de nuestro tejido empresarial. En cualquier caso durante la dictadura se agravaron. Por eso me pregunto qué trabajos están realizando los nuevos emigrantes españoles. Cuál es su fuente de ingresos. Y aunque ciertamente, tu crítica es certera y loable, en Holanda, país desarrollado, viven en ghetos organizados. Cosa que en España, no. Yo los veo en calles céntricas a plena luz. Pero si algo me pudre y me puede, es ver cómo tratan al guineano, al Mozambiqueño, al Camerunés, o al angoleño. Por ahí, si que no. Mi pan, el que no tenga necesidad de comer, es para ellos.
Ayer oí en La Radio que unos de estos ayuntamientos era el de Barcelona, gobernado por la izquierda. ¿Son los mismo que en la época de Aznar montaban manifestaciones con el lema de papeles para todos?
No entiendo por qué el más interesado en este 'choque' es el fundamentalismo islámico (supongo que por la propaganda ya que son infinitamente menos) Ellos prohiben el alcohol y aquí lo permitimos. Ellos prohiben ir con el rostro al descubierto y aquí lo exigimos. No pasa nada. Nosotros también sabemos prohibir. En muchas piscinas sólo dejan entrar con bañador, etc. Porque ¿una vez identificadas las personas ante la autoridad se podrán volver a cubrir?
"Firmarían la paz, y sólo despues, a pulir detalles."Creo que no existías cuando Egipto se hartó de ser usado como carne de cañón por los anti-israelí y firmó la paz con Israel. Ahora te pregunto, ¿quienes firmaron? Nada menos que Menahem Begin (uno de los originales Israelí) y Anwar El Sadat (Luchador por años quién perdió familia en las guerras.)La paz se firmó y aun perdura. Al Sadat pagó con su vida cuando los "buenitos y pacíficos" árabes lo asesinaron ante el mundo entero en un desfile militar en Egipto.Si, Jorge, es fácil hacer la paz, y más fácil aún perder la vida por no seguir la locura de los rabiosos enfermos anti-israelitas.Los pobres acólitos tontos de John Doe creen que avanzan su causa derrotada tantas veces echandose porras a si mismos. Solo basta mencionar nombres para demostrar que esas filosofías solo perduran en las mentes enfermizas de personas siciopatas: URSS, Alemania del Este, Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia, Bulgaria, Rumanía, Ucrania, Bielorrusia, Georgia, et cetera, et cetera ad nauseam. El mucho rebuznar no prueba que estan en lo cierto, solo prueba que tienen el nombre científico Equus asinus asinus. Cuándo se nace bobo, no hay remedio.
Pues sí, firmaron la paz. Y fue lo mejor que pudieron haber hecho los egipcios, porque Israel les devolvió el Sinaí (aunque fuese por previsión geoestrategica). Primero firmaron la paz, y luego pulieron los detalles. Es el armisticio permanente y el compromiso de sostenerlo, la condición sine qua non para la paz. Israel podría acabar de un plumazo con esto, y Hamás lo sabe. ¿Porqué no se firma la paz entonces? Por cálculo político. Cada uno de ellos actúa dentro de un papel, que ellos mismos se han dado, y otros aplauden. Lo que digo, la parte del león...
Jorge:Porque para tango necesitas dos: Israel es país civilizado, los demás son rabiosos salvajes. Tú mismo has hecho el argumento.
Precisamente. Los dos no quieren. Y cuando lo hacen, es forzados por la comunidad internacional.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_