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Los jóvenes, reyes de la campaña electoral británica

La comisión electoral lanza una campaña con Facebook para movilizar a aquellos que estrenan su derecho al voto

Si el reñidísimo pulso encarnado por las elecciones británicas convierte el voto de los indecisos en objetivo privilegiado, los jóvenes deberían ser proclamados los verdaderos reyes de la campaña. La generación más informada de la historia (o al menos la que dispone de un fabuloso abanico de herramientas de comunicación) es también la más desafecta de la política y de sus líderes, y sobre todo la más volátil a la hora de depositar la papeleta, si lo llega a hacer, porque se resiste a casarse con nadie.

La comisión electoral se ha aliado con la red social Facebook en una campaña (aboutmyvote.co.uk) destinada a movilizar a aquellos británicos que estrenan su derecho al voto, antes de que el plazo de registro expire a las cinco de esta misma tarde. El balance de los anteriores comicios (2005) se revela descorazonador: sólo un 37% de los electores de entre 18 y 24 años se decidieron a acudir a las urnas, frente a una participación general del 61%.

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El ascenso de Clegg

"La gente joven no cree que su voto vaya a cambiar el estado de las cosas, y mucho menos que les vaya a beneficiar en algo", resume Becca, una estudiante de 22 años que sí acudirá el 6 de mayo a su colegio electoral, aunque todavía no haya perfilado su propio veredicto. Los integrantes de una generación que creció bajo sucesivos Gobiernos laboristas ven en el partido de Gordon Brown el rostro mismo del establishment, no parecen muy convencidos de que los conservadores acarreen un gran cambio y, a tenor de la última encuesta de YouGov, sólo recientemente se han abierto a las propuestas de los liberaldemócratas.

Tories y laboristas empataban en las preferencias de los electores potenciales de entre 18 y 34 años (con un 37% cada partido) hasta que la intervención de Nick Clegg (entonces con un 20%) en el debate televisado de los candidatos invertía las tornas. Aquel primero de abril su nombre despegaba con un 41%, relegando a David Cameron y al primer ministro a unos discretos segundo (28%) y tercer puesto (26%).

En la era de la imagen, el estilo directo y desenfadado de Clegg, con diferencia el menos apolillado del trío, lograba imponerse entre una audiencia de todas las edades. Pero quizá lo más revelador del sondeo sea la proclividad de los jóvenes a cambiar su intención de voto, señala el experto en procesos electorales y profesor de la Universidad escocesa de Strathclyde John Curtis, porque en ese terreno "no suelen forjar lealtades". "Toma las riendas de tu propio país", es uno de los lemas más recurrentes de los liberal demócratas quienes, al igual que los otros dos grandes partidos, han exprimido hasta el último minuto para pedir a los jóvenes que se registren. Todos apelan, por supuesto, a la necesidad de ejercer un deber civil, mientras sus estrategas barruntan cómo hincar el diente a esa apetitosa y elusiva bolsa de votantes.

El líder <i>tory,</i> David Cameron, se dirige a empresarios y estudiantes en un centro de negocios de Londres.
El líder tory, David Cameron, se dirige a empresarios y estudiantes en un centro de negocios de Londres.AP

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