Ernesto de Hannover no acepta la multa de 200.000 euros
EL príncipe recurrirá porque considera que con la reducción no se ha limpiado su honor
El príncipe Ernesto Augusto de Hannover, esposo de Carolina de Mónaco, no acepta la reducción de la multa por agresión al propietario de una discoteca de Kenia , dictada ayer por la Audiencia de Hildesheim (norte de Alemania), sino que presentará un nuevo recurso hasta demostrar que su presunta víctima mintió. Así lo ha anunciado hoy el abogado del aristócrata, Hans Wolfgang Euler, después de que ayer la Audiencia redujera la multa de 445.000 euros impuesta anteriormente a 200.000, por la agresión ocurrida diez años atrás, en Kenia.
Según Euler, el príncipe considera que con la reducción no se ha limpiado, como pretende, su honor, ni se ha establecido convenientemente que el propietario de la discoteca ha estado difamándole durante años. El presidente del tribunal, el juez Andreas Schlüter, señaló en su sentencia que no había sido posible reconstruir completamente lo sucedido en enero de 2000 en Kenia y lamentó, además, que el príncipe, que no asistió a la lectura de su dictamen, convirtiera el juicio en una cuestión de honor.
Los hechos se remontan a 2000, cuando el príncipe agredió a Josef Brunlehner, dueño de una discoteca en la isla de Lemu y situada cerca de la residencia donde el príncipe -molesto con el ruido del local- y Carolina de Mónaco pasaban sus vacaciones. Brunlehner afirmó que el príncipe le había dado una paliza con un puño de hierro. Las imágenes de Brunlehner ensangrentado, en un hospital de Mombasa,
dieron la vuelta al mundo.
Numerosos recursos
El caso generó numerosos recursos judiciales, entre ellos una querella del príncipe contra su entonces defensor, al que despidió después de que el letrado argumentara como atenuante que el acusado actuó bajo los efectos del alcohol. Además de rebajar la multa contra el príncipe, el juez alemán subrayó que Ernesto Augusto de Hannover ya no puede ser acusado de nuevo de haber agredido al propietario de la discoteca con un puño de hierro, como afirmaba la víctima.
Los golpes que le propinó el noble "no fueron decentes, pero tampoco desenfrenadamente brutales", dijo el presidente del tribunal al finalizar el proceso. El juez asumió así la declaración que hizo el pasado 13 de enero ante el tribunal de Hildesheim la princesa Carolina, quien, al describir la escena, comentó: "Le dio dos bofetadas con la mano plana. Y le dijo: una por la música, la otra por las luces".
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