Fallece Alexander Haig, secretario de Estado con Ronald Reagan
También fue consejero de seguridad de Nixon y jefe de su Gabinete.- Se le acusó de ser la 'garganta profunda' que desveló el caso 'Watergate' al 'Washington Post'
Alexander Haig (nacido en diciembre de 1924), que fue secretario de Estado de EE UU durante el Gobierno de Ronald Reagan, falleció este sábado en Baltimore (Maryland) por complicaciones asociadas con una infección, según ha informado su familia. Haig, jefe de la diplomacia estadounidense del 22 de enero de 1981 al 5 de julio de 1982, estaba ingresado desde el pasado 28 de enero en estado crítico en el hospital Johns Hopkins de Baltimore.
El presidente de EE UU, Barack Obama, ha expresado su pésame a la familia de Haig, a quien ha calificado de "gran estadounidense que sirvió a su país de manera distinguida". Por su parte, la actual secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha dicho sentirse "profundamente entristecida" por la noticia y ha elogiado su carrera.
De formación militar y licenciado en Relaciones Internacionales, Haig formó parte como representante de alto rango de tres administraciones republicanas, durante las presidencias de Richard Nixon (1969-1974), Gerald Ford (1974-1977) y Ronald Reagan (1981-1989). Su carrera despegó poco después de que Nixon asumiera la presidencia de EE UU, con la ayuda del entonces consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Henry Kissinger, que le nombró asesor. Después ocupó el cargo de Kissinger nombrado por Nixon, consejero de Seguridad Nacional y le concedió en 1972 el rango de general de cuatro estrellas, dos más de las que ya tenía. Al año siguiente, en pleno escándalo del caso Watergate, le nombró jefe de su Gabinete.
Se le atribuye el mérito de haber mantenido al equipo del entonces presidente unido durante el escándalo, con el beneplácito de Henry Kissinger, su mentor. También logró persuadir a Ford, sucesor de Nixon, para que perdonase a éste, y así evitar un escándalo en las líneas Republicanas. Resultó ser una de las pocas manos respetadas por todos durante este periodo, y logró mucho crédito cuando consiguió persuadir a Nixon de forzar un proceso de impeachment en el Congreso y le indujo a dimitir.
Durante muchos años su nombre estuvo bajo la sospecha de ser la garganta profunda, la fuente que dio el aviso sobre el caso Watergate al Washington Post que terminó de hundir a Nixon. En 2005 el ex oficial del FBI Mark Felt rompió su silencio y confirmó que Haig fue la fuente misteriosa.
Después de la dimisión de Nixon en 1974 siguió en el Gobierno de Ford, aunque sólo durante unas seis semanas, para volver al Ejército como comandante de la OTAN en Europa, cargo que ostentó hasta 1979. Renunció a su labor en el Ejército durante el Gobierno de Jimmy Carter (1977-1981) por desacuerdos sobre su gestión de la crisis de los rehenes en Teherán. Su carrera continuó en el sector privado durante unos años, pero volvió a la Casa Blanca en 1981 como secretario de Estado de Reagan, cargo en el que estuvo 18 meses. Después del intento de asesinato de Reagan en 1981 hizo unas declaraciones que resultaron muy polémicas: "Yo tengo el control", refiriéndose a que el poder presidencial lo asumía él, en lugar del vicepresidente.
Estas desafortunadas declaraciones jugarían en su contra años más tarde, en 1988, cuando trató, sin éxito, de ser designado candidato a la presidencia por el Partido Republicano. La apariencia de sobrada autoestima desanimó a los posibles votantes y su campaña terminó durante las primarias del partido, cuando se decidió a apoyar al senador por Kansas Bob Dole. En este proceso de apoyo no dudó en criticar ampliamente al otro contendiente, George Bush, que terminaría siendo no sólo candidato, sino presidente de EE UU.
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