Los familiares de Cuéllar denuncian que no contaba con protección

El gobernador colombiano Luis Francisco Cuéllar, secuestrado el pasado martes y asesinado de manera brutal por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ha recibido el último adiós de sus consternados vecinos del departamento del Caquetá, al sur del país, mientras prosigue la investigación para dar con sus asesinos.

Los familiares del gobernador han denunciado que no contaba con protección policial suficiente, pese a que había sido víctima de cuatro secuestros previos, y que él mismo había pedido a los suyos en los últimos días que tuviesen cuidado por los "rumores" de que la guerrilla de las FARC planeaba "hacer algo" en el Caquetá antes de Navidad.

"Muchas veces le dijimos que no se metiera en eso (en política), que era muy duro (...) pero él tenía vocación", ha relatado a varias emisoras locales Luis Fernando Cuéllar, uno de sus hijos.

Según el hijo de Cuéllar, su padre le dijo apenas dos horas antes de ser secuestrado en la noche del lunes que las FARC iban "a hacer cualquier cosa estos días".

La esposa del gobernador, Imelda Galindo, ha revelado que era "muy poca la seguridad" que tenía Cuéllar, especialmente en las últimas semanas y en la noche del secuestro, cuando únicamente había un policía custodiando el domicilio familiar en Florencia, la capital del Caquetá.

La capilla ardiente con los restos de Cuéllar fue instalada en la sede de la Asamblea Departamental en Florencia, por donde han desfilado durante varias horas familiares, allegados y vecinos. El féretro se cubrió con la bandera verdiblanca del Caquetá y sobre él colocaron el poncho y el sombrero de Cuéllar, prendas típicas de esa región que solía vestir.

Según una fuente de la Fiscalía General en Bogotá, los médicos que realizaron la autopsia establecieron que Cuéllar fue asesinado menos de una hora después del secuestro y que en la zona no había vestigios de enfrentamiento armado entre los captores y las fuerzas de seguridad.

En Bogotá, el Fiscal General, Guillermo Mendoza, ha afirmado que el crimen será tratado como un delito contra el Derecho Internacional Humanitario por la forma "tan bárbara" en que Cuéllar fue asesinado.

Las condenas al asesinato de Cuéllar se han multiplicado en las últimas horas en Colombia y a nivel internacional con pronunciamientos, entre otros, de organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch, de la Unión Europea (UE) y de países como Francia.