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España apela al derecho internacional para declarar ilegal la independencia de Kosovo

Estados Unidos opta por el pragmatismo, y pide al Tribunal de la ONU que reconozca a una Kosovo libre para asegurar su futuro en la UE

España ha hecho este martes un canto al derecho internacional y a la autoridad de Naciones Unidas para rechazar la declaración unilateral de independencia de Kosovo, efectuada en febrero de 2008. El argumento legalista español, expuesto ante el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), máximo órgano judicial de la propia ONU, contrasta con el pragmatismo de Estados Unidos. Washington considera inevitable la secesión y asegura que ha servido para estabilizar los Balcanes. Y lo que es más importante. Propicia un futuro en paz, para Serbia y Kosovo, en el seno de la UE.

Belgrado ha pedido a los jueces una opinión consultiva sobre la secesión, que no reconoce, al considerar a Kosovo parte inalienable de su territorio. De ahí que el TIJ haya llamado a los miembros de la ONU para analizar la situación. Una treintena de países ha aceptado la invitación, y a la delegación española le llegó el turno este martes. De la mano de su jefa, Concepción Escobar Hernández, consejera jurídica de Exteriores, ha basado su presentación sobre tres argumentos esenciales: la "integridad territorial de Serbia", el "carácter provisional de las instituciones kosovares, que no facultaban la secesión", y "la imposibilidad de actuar de espaldas a la ONU".

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Para España, el Consejo de Seguridad "está en el centro del proceso para decidir el futuro de Kosovo, y no propuso en su día la independencia. Dada la situación de la región (con las guerras balcánicas todavía recientes), en 1999, su resolución 1244 facultó un régimen provisional que contemplaba el futuro de Kosovo. Pero siempre dentro del marco internacional regido por el imperio de la ley", según dijo. En su opinión, aunque este caso tiene una parte política clara, "no puede declararse la independencia por deseo exclusivo de una de las partes". Para no dejar cabo sueltos, España ha subrayado asimismo los límites del derecho a la autodeterminación.

"No es absoluto. Reconocemos que los derechos de los individuos vertebran las leyes internacionales. Y aunque haya países que ven la secesión como un remedio contra las violaciones de los derechos humanos, no es este el caso. La resolución 1244 ya incluye los de las minorías. No había, por tanto, nuevos elementos que justificaran una separación. La misma, choca contra los poderes del Consejo de Seguridad, garante de la seguridad internacional", ha señalado la jurista española. Al finalizar, ha afirmado lo siguiente: "Frente a la política de hechos, apelamos a la fuerza del derecho". Rusia, que también ha hablado este martes, comparte la postura española.

La nota de realismo político la puso Estados Unidos. Harold Hongju Koh, asesor legal del Departamento de Estado, ha dicho que la independencia kosovar no quiebra el principio jurídico de integridad territorial. "La resolución de la ONU no se refería a Serbia, sino a la antigua Yugoslavia. Y si ahí cabe Serbia y Montenegro, Kosovo también". Contrario a "retroceder en la Historia, como pide Belgrado, porque eso si va contra el derecho internacional", el jurista ha pedido sin rodeos amplitud de miras a los jueces. "Consideren las circunstancias únicas de Kosovo, vean que no había acuerdo posible entre las partes, y no perturben el único futuro posible para Serbia y Kosovo, su ingreso en la UE", ha concluido.

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