"Los Gobiernos deben tener un límite"

Hay personas que tienen un don para postularse como líderes allá donde vayan sin necesidad de elevar la voz. Víctor Paúl Granda (Cuenca, 1972) ya lideraba a sus compañeros cuando era un joven que correteaba por el colegio de los jesuitas Rafael Borja. Su vocación al servicio, heredada de su madre, le ha encaramado al frente de diferentes instituciones. Y desde hace 70 días comanda el Ayuntamiento de su ciudad natal, la tercera más importante de Ecuador.

Granda ha cruzado el charco para empaparse del modus operandi de varios consistorios españoles en materia de transporte, turismo y comercio. No ha parado ni un solo día. Bilbao, Valencia, Madrid y Barcelona han sido sus puntos de referencia para importar ideas.

Este político menudo y con una tupida perilla habla de forma apasionada de Cuenca (unos 450.000 habitantes), una ciudad que se levanta a una altura de 2.400 metros. La presenta como una urbe que "enamora". "Quito es el centro administrativo del país. Guayaquil es la ciudad puerto, la ciudad industrial y comercial. Y Cuenca ha sido históricamente una especie de bisagra entre ambas", relata. Mantiene un tono uniforme en sus intervenciones e hila frases con una pausa que, sin embargo, no le restan firmeza a sus palabras. Aunque no priorice ningún objetivo, su insistencia en resaltar la importancia de mejorar el servicio de transportes le delata. Tiene entre ceja y ceja implementar un tranvía ecológico para el centro histórico de Cuenca. "Sería el primer caso en Ecuador, y de los primeros en América Latina", destaca.

Su gesto se torna más serio al hablar de su presidente y compañero de partido, Rafael Correa. Se expresa con mayor vehemencia aunque también de forma más escueta. Granda no evita un asunto tabú tan extendido en América Latina como modificar la Constitución para estirar la presencia de los gobernantes en el poder. "Yo creo en la alternancia. Es importante que los Gobiernos puedan tener un cierto número de posibilidades para concretar sus proyectos pero con un límite, por supuesto", asevera este abogado de profesión, que subraya que no se ha planteado la necesidad de volver a cambiar la Constitución".

La conversación deriva en una cuestión capital en las relaciones entre España y Ecuador. "Cada vez es más difícil encontrar un trabajo en Europa y Estados Unidos. Si hay menos oportunidades, la migración deja de ser interesante", apunta mientras responde a un mensaje que le acaban de mandar a su Blackberry. Ecuador es un país que se caracteriza por tener unos flujos migratorios muy activos. "Pero todo tiene un límite", enfatiza. Ecuador es el tercer país que aporta más inmigrantes a España. La ausencia de oportunidades de trabajo unido a la "relativa" mejora en las condiciones de vida del país suramericano, ha desembocado en una congelación de los flujos migratorios, según Granda, que se marcha como llegó, sin hacer ruido.