Dimite el ministro de Vivienda peruano por su relación con una empresa investigada por espionaje
Las actividades de la firma Business Track provocaron hace un año la caída de todo el Gabinete
El ministro peruano de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Francis Allison, renunció ayer a su cargo, en medio de un escándalo por la revelación de sus vínculos con una empresa investigada por corrupción y espionaje. Allison, quien asumió el cargo hace cuatro meses, confirmó en una conferencia de prensa que deja su despacho y aseguró que es víctima de una campaña de "demolición y calumnia".
Los medios locales revelaron hace una semana que el ministro mantuvo vínculos con la empresa Business Track, cuyos principales accionistas y trabajadores están detenidos bajo la acusación de espionaje e interceptación telefónica a funcionarios del Estado y empresarios que participaron en las licitaciones de lotes petroleros en 2008.
Al hacerse pública esta denuncia, Allison admitió que "cometió un error" al no haber informado que trabajó el año pasado para la empresa como "asesor jurídico externo". Esto le generó una andanada de críticas de la prensa y de todos los sectores políticos, incluidos miembros del gobernante Partido Aprista Peruano (PAP), por haber mantenido en secreto su vinculación con la empresa.
El descubrimiento de las actividades ilícitas de Business Track desencadenó el año pasado la caída del Gabinete de ministros que encabezaba Jorge del Castillo. Se criticó, además, que el ministro hubiera cumplido con esas tareas privadas cuando ejercía el cargo de alcalde del distrito limeño de Magdalena, desde donde pasó al Gabinete.
Allison se presentó la semana pasada en sesión secreta ante una comisión del Congreso peruano, algunos de cuyos miembros señalaron al término de la cita que no había podido responder con precisión a varios de sus interrogantes.
El funcionario aseguró ayer que ha dimitido por considerar que "los pobres y damnificados del sur merecen tener un ministro que pueda dedicar el 100% de su tiempo al trabajo absoluto por ellos y no gran parte de su tiempo a la defensa de su honor y de su reputación". Aludió de esa manera a las tareas que cumple su despacho en la reconstrucción de las ciudades del centro y sur peruano que fueron afectadas por un terremoto de 7,9 grados en la escala Richter en agosto de 2007. Dijo, además, que deja el cargo "frustrado" y "con pena" por no haber podido terminar ese trabajo.
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