Condenados a 108 años los islamistas que planearon derribar aviones con explosivo líquido
Los tres británicos fueron detenidos por preparar atentados contra aviones con destino a EE UU, que podrían haber causado al menos 1.500 muertos
Los tres musulmanes británicos que planearon atentar con explosivos líquidos en varios aviones con destino a EE UU en el verano de 2006 han sido condenados este lunes a un total de 108 años de cárcel por un tribunal londinense. Su plan, abortado por la policía en 2006, era hacer estallar explosivos líquidos en pleno vuelo en al menos siete aviones procedentes de Reino Unido y con destino en EE UU y Canadá, lo que habría costado la vida a un mínimo de 1.500 personas en lo que se consideró un segundo 11-S. La trama forzó a prohibir el transporte de líquidos en el equipaje de mano en los aviones.
Abdulá Ahmed Ali ha sido condenado a un mínimo de 40 años en prisión. Assad Sarwar, a un mínimo de 36 y Tanvir Hussain, a un mínimo de 32.
Los terroristas, ligados a Al Qaeda, fueron detenidos apenas unos días antes de perpetrar su crimen, según la policía británica. A raíz de aquel compló, las autoridades de aviación de EE UU y Europa legislaron para establecer la prohibición de llevar frascos con líquidos en los equipajes de mano, los que se llevan en la cabina del avión. La medida creó confusión y malestar en los usuarios de aviones durante meses.
El juez Richard Henriques, del tribunal de Woolwich Crown, ha dicho que, de haber sido perpetrado, este atentado "habría quedado para la historia al lado de los atentados del 11-S" contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono, que causaron casi 3.000 muertes.
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