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Los encantos de Karzai

El presidente afgano consigue deshacerse de la mayoría de sus oponentes en la carrera por las próximas elecciones.-Gran parte del país vive el proceso con indiferencia

El pasado viernes 8 de mayo se dio por cerrado el periodo para presentar las candidaturas a las elecciones presidenciales en Afganistán. En una carrera a la presidencia llena de incidencias, con candidatos retirándose en el último momento y el presidente, Hamid Karzai, como única opción viable, gran parte de los afganos viven el proceso con un sentimiento común: indiferencia. Las próximas elecciones, previstas para el 20 de agosto, parecen despertar más interés en la comunidad internacional que dentro del país.

La repentina reducción de opciones electorales parece tener buena parte de culpa de este desinterés. Aunque se especuló con que la lista de candidatos podía llegar a ser muy numerosa -antes del cierre se contaba con 44 candidatos-, al final se ha reducido a un número bastante alejado de lo previsto. En todo caso, el número definitivo no se conocerá hasta el próximo 12 de junio. Hamid Karzai, que anunció desde un principio que se presentaría como candidato a las elecciones, esperó hasta último momento para inscribirse, levantando una fuerte polémica y desafiando a la ONU al nombrar como candidato a la vicepresidencia a un destacado señor de la guerra tajiko y antiguo ministro de Defensa, Mohammad Qasim Fahim.

"Mira las carreteras, con el dinero que se invierte en el país y todavía las calles de Kabul están mal asfaltadas y llenas de agujeros y boquetes. ¿Dónde está ese dinero?"

Karzai es percibido por parte de la sociedad afgana como corrupto pero, "¿y quien no lo es?", se pregunta un consultor afgano educado y criado en el extranjero, que prefiere no dar su nombre. "A lo mejor no es el candidato ideal pero es el único con lazos y conexiones con las etnias y tribus del problemático sur del país; si alguien es capaz de mantener una cierta cohesión es él". Algo que parece resumir la opinión generalizada sobre el actual presidente y ahora candidato favorito, después de una semana en la que ha conseguido deshacerse de la mayor parte de sus contrincantes.

El dicho popular de que dos afganos forman tres facciones parece más que demostrado en esta primera etapa preelectoral. Después de varios intentos de formar un frente común ante Karzai, que culminó con la visita a Washington el 20 de enero de Gul Sherzai, Abdula Abdula, Ashraf Ghani y Ali Ahmad Jalali, las negociaciones entre estos candidatos no han obtenido el resultado esperado. Aun así, Karzai parece haberse sentido amenazado por este contingente y no ha dudado en desbaratar cualquier intento firme de desbancarle del poder.

El mayor oponente de Karzai, Gul Sherzai, se retiró tras reunirse con el presidente, quien también parece haber disuadido a Jalali de presentarse como candidato. Aun así, el poder disuasorio de Karzai no parece haber convencido a todo el mundo. Ashraf Ghani, antiguo ministro de Finanzas y el único, según los analistas, con un plan económico factible para sacar al país de la crisis en la que se ve inmerso, esperó hasta última hora para registrarse.

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Indiferencia frente a los comicios

Al ser preguntado sobre su intención de voto, Khalid, de 35 años y empleado en una empresa de comunicación, admite que hace unos días tenía la intención de votar por Jalali pero ahora no sabe; tras una larga pausa se encuentra incapaz de responder y acaba expresando lo que muchos afganos residentes en grandes ciudades sienten hacia la política del país: "¿Qué más da? Nada va a cambiar".

Tras años de promesas incumplidas por parte de la comunidad internacional y de las elites del gobierno, la situación en Afganistán no ha mejorado. Hashim es conductor para una ONG local: "Mira las carreteras, con el dinero que se invierte en el país y todavía las calles de Kabul están mal asfaltadas y llenas de agujeros y boquetes. ¿Dónde está el dinero que se invierte en el país?", se pregunta.

Eid Mohamed, estudiante de último curso de traducción en la Universidad de Kabul, es más locuaz al hablar de política. Cuando se le pregunta por su candidato favorito expresa su inmediata preferencia por Ashraf Ghani. "Por sus ideas progresistas" admite "y porque es pastún; ya sabes, ser pastún en política es algo importante en este país. Yo también lo soy, por eso algún día me gustaría dedicarme a la política". Las mujeres, en cambio sonríen, bajan la cabeza y admiten no saber demasiado del tema como para opinar. En muchos casos seguirán los consejos del marido.

El 8 de mayo terminó un periodo y se abre otro nuevo que finalizará el día 20 de agosto con la celebración de las elecciones. Unas elecciones que en un principio auguraban cambios para Afganistán y que, tras la retirada de otros candidatos, parecen dejar a las cosas más o menos en su lugar, con Karzai como único favorito para gobernar el país. Eso si, parece que si finalmente vence Karzai, no estará solo. Pronto se sabrá si junto a él estarán aquellos candidatos que decidieron retirarse repentinamente de la carrera hacia la presidencia.

AFP

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