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Amnistía Internacional alerta de que más de 1.000 millones de personas viven en chabolas

La emigración del campo a las ciudades acelera la expansión de los asentamientos

El número de personas que viven en chabolas en el extrarradio de las ciudades está creciendo de forma alarmante. Más de 1.000 millones de los 6.800 millones de habitantes del mundo residen en uno de estos barrios precarios, según la ONG Amnistía Internacional (AI), que ayer publicó su informe anual sobre el estado de los derechos humanos en el mundo. Algunas previsiones calculan que en 2030 habrá más de 2.000 millones de chabolistas.

Entre las causas de tan rápido aumento se encuentra en el elevado precio de la vivienda en las ciudades, tanto en los países ricos como en los pobres, que deja a los emigrantes sin otra alternativa que engrosar los cinturones de pobreza que rodean los núcleos urbanos. AI da inicio hoy a la campaña Exige Dignidad, en la que pide el fin de los desalojos forzosos, aquellos que se llevan a cabo sin avisar con la suficiente antelación y sin ofrecer un alojamiento alternativo.

El informe de AI menciona la exclusión que sufren los habitantes de las favelas brasileñas, a los que se les sigue negando los servicios básicos. "La intervención del Estado continúa circunscribiéndose en gran medida a incursiones periódicas de la policía al estilo militar", censura AI, que desaprueba la construcción del muro de 11 kilómetros que levanta desde marzo el Gobierno de Río de Janeiro alrededor de varias favelas en la acaudalada zona sur de la ciudad.

Se calcula que entre el 30% y el 50% de los residentes en las áreas urbanas de los países en desarrollo carecen de documentos que certifiquen su domicilio, según un informe de ONU-Hábitat de 2007. "Esta falta de documentación que afirme su tenencia no solo incrementa el riesgo de ser víctimas de un desalojo forzoso, sino que también restringe el acceso a créditos, servicios públicos y empleo formal", advierte AI.

La violencia y el narcotráfico impiden prosperar a los habitantes de estos barrios. En el documento de presentación de su campaña, AI cita el testimonio de la residente de un asentamiento chabolista de Kingston, la capital de Jamaica, que da cuenta del drama en que se ven atrapadas las personas que atestan estos arrabales: "Si tienes pistola, no estás seguro porque los hombres malos atacan a las personas que saben que están armadas. Si no tienes pistola, tampoco estás seguro porque cualquiera puede venir y matarte, incluida la policía. Y aunque no hagas nada, tampoco estás seguro, porque si alguien cercano a ti le hizo algo a las bandas y no pueden encontrarlo, entonces irán a por ti".

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