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Del infierno al paraíso

Un innovador proyecto social construido en Brasil a favor de pobres y discapacitados cumple 50 años

El nombre, Cascada Dorada, recuerda al paraíso. Pero la realidad evocaba el infierno, hasta que, hace ahora 12 años, llegó la compañía española Endesa, que ha desarrollado en un descampado del Estado brasileño de Goiás un innovador proyecto social: se hizo cargo de una hidroléctrica que fue creada cuando se construyó Brasilia, en los años cincuenta, para sustituir a Río de Janeiro como capital de Brasil. Endesa, que ya fue premiada por la ONU por una iniciativa que consistía en convertir la basura en energía, no sólo reconstruyó una hidroléctrica que estaba poco menos que en ruinas, sino que contribuyó a implantar un entorno sociocultural considerado hoy un modelo en el Estado de Goiás.

Cascada Dorada celebró la pasada semana sus 50 años de existencia con una maratón cultural y educacional a favor de las personas pobres de la zona. Entre ellas, destaca un centro para 30 niños discapacitados de la región con las infraestructuras más modernas: profesores especializados, pedagogos y psicólogos, baños, mesas, material escolar... todo, adaptado a los problemas y necesidades de sus usuarios.

Así, con la construcción de las nuevas estructuras para discapacitados, se acabó el infierno de los años anteriores, cuando las familias tenían que sufrir cada día el calvario de recorrer 40 kilómetros de una carretera peligrosísima para llevar a sus hijos a una escuela a la que llegaban mareados e incapacitados para comenzar sus estudios. La mitad de ellos, en efecto, se quedaban en casa. Hoy, 30 niños reciben educación especial.

Además, el centro ha sido construido junto al Instituto Novo Goiás, donde antes de llegar Endesa apenas tenía 200 alumnos y hoy, tras una transformación pedagógica, cuenta con 500. Para llevar a cabo este proyecto, los maestros han recibido cursos de capacitación en la Universidad Federal de Goiás.

"Hoy es uno de los días más felices de mi vida", dijo el domingo Eliane Moreira, coordinadora de enseñanza especial e inclusión social de la Alcaldía de Cascada Dorada. Reconocía así que se había hecho realidad el sueño de que los niños necesitados puedan ir a la escuela en el mismo lugar en el que viven y ser educados con dignidad y profesionalidad.

Celebración con Beethoven

Para celebrar tanto los 50 años de Cascada Dorada como la creación del centro para discapacitados, el pasado domingo actuó la famosa Orquesta Sinfónica Joven de Goiás, compuesta por 170 muchachos pobres que reciben del Estado cada mes 500 reales para que puedan estudiar y perfeccionar sus conocimientos musicales. La orquesta, que también cuenta con respaldo económico de Endesa y ya había actuado en el Palacio de la Presidencia cuando gobernaba Fernando Henrique Cardoso, es hoy una referencia musical entre las orquestas de jóvenes en Brasil. Cualquier muchacho de cualquier nivel social puede presentarse para ser seleccionado.

El domingo, la orquesta actuó bajo una carpa de circo para que cerca de 1.000 niños de las escuelas de la zona pudieran escuchar, por primera vez en su vida, música de Beethoven, Vivaldi, Santana e incluso España Cañí que, por cierto, fue una de las más aplaudidas, según Eugenio Cabanés, director de Comunicación de Endesa Brasil y coordinador de las conmemoraciones para celebrar la transición del infierno pasado al paraíso actual en uno de los enclaves de mayor pobreza y abandono de Brasil.

Aspecto de la actuación de la Orquesta Sinfónica Joven de Goiás, el pasado domingo
Aspecto de la actuación de la Orquesta Sinfónica Joven de Goiás, el pasado domingo

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