Liberado de Guantánamo un etíope con residencia británica
Binyam Mohamed dice que fue torturado en Marruecos y luego trasladado a la cárcel estadounidense
Binyam Mohamed, etíope de 30 años con residencia en el Reino Unido, ha llegado a Londres procedente de la cárcel de Guantánamo, donde ha permanecido retenido durante más de cuatro años.
El etíope, el último preso con derecho a solicitar su regreso al Reino Unido, ha abandonado Guantánamo gracias a un acuerdo entre el Gobierno británico y el estadounidense para su traslado a Londres la semana pasada.
El pasado 11 de febrero, Mohamed puso fin a una huelga de hambre que había empezado el 5 de enero para protestar por su situación, tras recibir la visita de un grupo de funcionarios y médicos británicos que negociaban su liberación.
Mohamed fue detenido en 2002 en Pakistán y, según sostiene, fue trasladado por la CIA desde EE UU a una cárcel de Marruecos, donde asegura que pasó 18 meses y padeció torturas. El etíope ha acusado a agentes británicos de complicidad con las personas que le torturaron en Marruecos hace más de cuatro años. "Debo decir, más por tristeza que por enfado, que muchos han sido cómplices de mis horrores durante los últimos siete años. Para mí, el peor de los momentos llegó cuando me di cuenta en Marruecos que la gente que me estaba torturando estaba recibiendo preguntas y material de la inteligencia británica", ha agregado.
El joven llegó al Reino Unido en 1994 como refugiado y trabajó como conserje en Londres hasta el 2001, cuando viajó a Afganistán y Pakistán para, según sus abogados, superar su adicción a las drogas. "He pasado por una experiencia que nunca imaginé, ni en mis más oscuras pesadillas", ha declarado.
La liberación de Mohamed de Guantánamo es la primera desde la elección de Barack Obama como presidente de Estados Unidos. El primer ministro británico, Gordon Brown, ha declarado que hará "todo lo que esté en nuestra mano para proteger la seguridad de la gente de nuestro país". Estados Unidos había acusado a Mohamed de participar en un complot para detonar una "bomba sucia" en su suelo, pero retiró la acusación en octubre pasado.
El Departamento de Justicia estadounidense ha agradecido los esfuerzos del Gobierno británico para "trabajar con nosotros" y ha reiterado que "la amistad y la asistencia de la comunidad internacional es de crucial importancia mientras trabajamos para cerrar Guantánamo".
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