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El policía que mató al joven griego asegura que lo hizo en defensa propia

Grecia vive una jornada de paralización por una huelga general debido a la situación económica, que se ha visto salpicada por más disturbios violentos.- Prisión preventiva para los efectivos implicados en la muerte del adolescente

Grecia ha vivido este miércoles una nueva jornada conflictiva, con una huelga general de 24 horas acatada ampliamente, y más enfrentamientos entre la policía y los manifestantes. La situación de violencia sigue sin dar tregua, por lo que el líder de la oposición, Giorgo Papandreou ha apelado a la calma. "Llamo a todos a que muestren responsabilidad, moderación y poner fin a la violencia que está experimentando nuestro país en estos días", ha dicho Papandreou en una conferencia de prensa.

En medio de la agitación, este miércoles ha declarado ante los fiscales el policía implicado en la muerte del adolescente de 16 años, Alexandros Grigoropoulos el pasado sábado, hecho que desató la peor ola de violencia que ha vivido el país en más de tres décadas. Según fuentes jurídicas citadas por la agencia Reuters, el policía Epaminondas Korkoneas, de 37 años, ha declarado que realizó varios disparos al aire como advertencia y para defenderse de un grupo de jóvenes que estaba lanzando bombas incendiarias contra los agentes.

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Korkoneas se enfrenta a cargos por homicidio, y ha asegurado que no se dio cuenta de que el joven había sido alcanzado por una de las balas. Sus abogados han citado ademas un primer informe balístico sobre la muerte de Alexandros ha revelado que éste falleció por una bala que rebotó contra algo antes de alcanzarle. Sin embargo, un juez de Atenas ha determinado este miércoles que Korkoneas, autor del disparo, y su compañero Vasilis Saraliotis permanecerán bajo custodia hasta que se celebre el juicio por la muerte de Grigoropoulos.

Como en días anteriores, Grecia ha visto cómo se han desatado nuevos disturbios, esta vez en plena huelga general. Un grupo de unos 100 jóvenes ha comenzado a lanzar piedras y botellas de cristal contra las fuerzas del orden a las puertas del Parlamento griego, en la plaza Sintagma, donde se concentran miles de personas dentro de una de las tres manifestaciones simultáneas en el centro de Atenas. La noche anterior ya había estado precedida de fuertes encontronazos entre manifestantes y la policía.

En dique seco

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La paralización general ha dejado en dique seco de arriba abajo al país y echa más combustible al polvorín social. Las tiendas están cerradas y los canales públicos de la televisión han suspendido su programación habitual y emiten espacios de dibujos animados aprovechando que los niños no tienen colegio. Los servicios mínimos han funcionado sin problemas en el sector del transporte, aunque se han cancelado todos los vuelos por la participación de los controladores aéreos y los barcos permanecen en los puertos.

Los sindicatos griegos rechazaron ayer el llamamiento del primer ministro, el conservador Kostas Karamanlis, para que cancelen las manifestaciones. Karamanlis había reclamado a las centrales que se evitaran nuevos actos de violencia tras varias jornadas de disturbios generalizados.

Más disturbios

No puede ser de otra forma. Como antesala a este paro nacional, se ha registrado una cuarta noche de enfrentamientos desde que el pasado sábado el joven Grigoropulos murió tras el disparo en el tórax de un policía, y las protestas no hacen más que agudizarse. Los nuevos brotes de violencia próxima al estado de guerra se han saldado con más de un centenar de detenciones y varios establecimientos quemados y saqueados en diferentes zonas de Atenas, Salónica, Patrás o la isla de Rodas. Según datos de la Unión de Comerciantes de Atenas, que representa a 6.000 tiendas de la capital griega, los daños por los actos de vandalismo superan los 200 millones de euros.

De momento, se han contabilizado en Atenas 435 tiendas afectadas, de las que 32 han quedado completamente destruidas. Entre los locales que han sufrido daños, hay 16 sucursales de bancos y supermercados y 40 grandes almacenes. Karamanlis ha anunciado el apoyo financiero para las tiendas dañadas en los últimos cinco días. En un mensaje televisado, Karamanlis anunció subvenciones, préstamos y medidas de desgravación fiscal para ayudar a los afectados. Además, aprovechó para asegurar que protegerá a las personas de la violencia, aunque no explicó cómo.

La imagen empieza a ser corriente en Grecia. A última hora de la noche, se ven más comercios destrozados, cristales rotos, olor a plástico quemado que dejan las batallas campales que se dan por las noches en las calles, sobre todo cuando irrumpen los encapuchados, los hooligans y vándalos que protagonizan los disturbios lanzando piedras, botellas y cócteles molotov contra los agentes policiales.

Según se pudo ver en canales de televisión, en el puerto de Patras grupos de radicales fueron agredidos por ciudadanos enfurecidos por la destrucción de sus tiendas. En Salónica, se registraron disturbios ante el edificio del Ministerio de Macedonia y Tracia donde la policía usó gases lacrimógenos contra radicales. Más de 100 personas han sido acusadas de ocasionar los disturbios, con cargos de robo y saqueo, y en las próximas horas tendrán que comparecer ante la justicia. Sin embargo, decenas de estudiantes que se congregan cada día en la Universidad Politécnica consideran que su actuación es correcta tras el abuso de poder las fuerzas del orden y el Gobierno. Según sus palabras, quieren justicia y están hartos del deterioro social de Grecia.

El policía Epaminondas Korkoneas es escoltado en su traslado a la oficina del fiscal en Atenas
El policía Epaminondas Korkoneas es escoltado en su traslado a la oficina del fiscal en AtenasREUTERS
La huelga general en Grecia paraliza el país y cientos de jóvenes han vuelto a enfrentarse a la policía en las distintas manifestaciones. Miles de personas han secundado el paro convocado por los sindicatos a pesar del llamamiento hecho desde el gobierno para cancelar la huelga y evitar así nuevos brotes de violencia.Colegios, bancos y comercios han amanecido cerrados y apenas hay transporte público.Además, muchos locales de la zona comercial de Atenas han aparecido destrozados tras otra noche de intensos disturbios en la ciudad. Esto ocurre un día después del entierro del joven que murió a manos de la policía. Cientos de personas se han acercado al sepulcro para homenajear a Alexandros Grigoropulos cuyo sepelio no ha servido para calmar los ánimos.Vídeo: VNEWS

Grigoropulos murió por una bala perdida.

El joven Alexis Grigoropulos murió por una bala rebotada y no por un disparo directo. Esa es la conclusión del primer informe balístico presentada hoy por el abogado defensor de los dos policías acusados del fallecimiento del varón de 15 años.

"Se trata de un gran malentendido... el policía [Kokoneas] disparó al aire y la bala rebotó de arriba abajo", ha señalado Alexis Kugias, uno de los letrados, a los periodistas. El abogado asegura que la bala impactó primero con un poste o un escaparate antes de golpear al joven. El informe, sin embargo, no es oficial, según una radio ateniense.

Los padres de Grigropulos, cuya autopsia señala que murió por un impacto de bala en el corazón, ya han solicitado que el informe de balística sea analizado por un experto.

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