"La izquierda ha perdido el miedo a los empresarios y éstos a la izquierda"
Mauricio Funes, candidato presidencial de lo que fuera la guerrilla salvadoreña del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), mantuvo la semana pasada trascendentales reuniones en Ciudad de México con Carlos Slim, considerado como uno de los magnates más ricos del mundo, así como con Ricardo Salinas Pliego, un poderoso empresario del país azteca.
Al regresar a El Salvador Funes concluyó, en entrevista con EL PAÍS, que "la izquierda le ha perdido el miedo a los empresarios y éstos a la izquierda".
Funes, un destacado periodista televisivo y ex corresponsal de la cadena CNN en El Salvador, es el favorito de todas las encuestas realizadas hasta ahora para ganar las elecciones presidenciales del próximo 15 de marzo de 2009. "Si no fuera por ello, Slim no tendría por qué reunirse con Funes", aseveró un analista local al comentar las expectativas que se han generado por la posibilidad del primer Gobierno de izquierda en la historia de esta nación centroamericana.
El temor mutuo entre empresa privada y el FMLN no sólo se debe a causas ideológicas, sino que tiene bases sólidas: en primer lugar, porque la guerra civil (1980-1992) tuvo fuerte origen en la injusticia social y en la represión de los gobiernos dictatoriales, que eran una amalgama de militares y terratenientes; estos últimos también financiaron los Escuadrones de la Muerte de la ultraderecha. Por otra parte, la guerrilla inicial se financió a través de los secuestros y extorsiones de grandes empresarios (fueron víctimas incluso algunos extranjeros); durante la contienda algunas empresas fueron consideradas objetivos militares.
Hoy la realidad es otra. "La izquierda ha tenido una evolución en el discurso y en su plataforma programática; hay un ajuste a las necesidades de El Salvador. Necesitamos la inversión nacional y extranjera para beneficio del país. Reconocer esto implica una madurez política y una comprensión exacta de las exigencias del momento", aseveró Funes.
"Al igual que en otros países de Latinoamérica, la izquierda salvadoreña le ha perdido el miedo a la empresa privada y la empresa privada le ha comenzado a perder el miedo a la izquierda. Es decir, la empresa privada es consciente de que puede rentabilizar sus inversiones, independientemente del signo ideológico del partido que asuma el Gobierno", reiteró Funes, al enfatizar que eso es lo que ocurre en Brasil, Argentina o Chile.
Según el político izquierdista, tanto Slim como Salinas han visto que el programa de gobierno del FMLN no afectará sus inversiones actuales, si llega al Gobierno, e incluso podrían acometer nuevas inversiones porque "ello generaría más empleos para los salvadoreños, pero también más rentabilidad para sus empresas".
La reunión de Funes con los magnates mexicanos contradice la campaña de sus adversarios de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), que lleva 19 años en el poder y afirma que de ganar el FMLN "la inversión extranjera huirá de El Salvador".
Por el momento, Funes ha tenido una estrategia constante y eficaz para ganarse a los sectores moderados. Esta reunión con Slim y Salinas fortalece la idea que los asesores políticos del FMLN desean transmitir: Funes hará un gobierno moderado. De ahí también sus múltiples giras y sus encuentros con organismos financieros internacionales, así como sus reuniones con dignatarios latinoamericanos y europeos de centroizquierda, como Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Michelle Bachelet (Chile), Cristina Fernández de Kirchner (Argentina), Martín Torrijos (Panamá) y José Luis Rodríguez Zapatero (España).
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