Asesinado a tiros el director de una cárcel de alta seguridad de Río

El director de una cárcel de máxima seguridad de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, el teniente coronel José Roberto de Amaral Lourenço, fue asesinado ayer por desconocidos que dispararon 60 tiros de fusil contra su coche, un Opel blanco, en el que se dirigía a la penitenciaría sin acompañamiento ni medidas de seguridad.

Según algunos testigos oculares, que por temor se han negado a facilitar sus identidades, el coche de Amaral fue abordado por dos vehículos de los que salió un grupo de hombres armados con fusiles que comenzaron a disparar. El crimen tuvo lugar en la zona oeste de la ciudad, en el barrio de Deodora, en la calle de Gerecino, una de las entradas a la gran Avenida de Brasil.

Amaral, un oficial de la Policía Militar de 41 años y padre de dos hijas, murió en el acto. Según la policía, los asesinos huyeron sin llevarse ningún objeto personal de la víctima, lo que hace sospechar que no se trató de bandidos comunes, sino de un asesinato posiblemente encargado desde el interior de la cárcel, donde se alojan 940 presos, todos jóvenes; entre ellos se encuentran algunos de los criminales más famosos de Río.

En Bangú 3 opera el poderoso Comando Rojo (CR), una asociación de presos subversiva y politizada, similar al Primer Comando de la Ciudad de São Paulo. Ambas asociaciones cuentan con estatutos propios, que imponen con mano férrea, y ya han sido capaces de poner de rodillas a las dos ciudades más importantes del país, São Paulo y Río, con disturbios que han dejado cientos de muertos y heridos, tiendas y escuelas cerradas y decenas de autobuses públicos quemados.

Crimen que "no quedará sin respuesta"

El gobernador del Estado de Río de Janeiro, Sérgio Cabral, se mostró ayer tajante: "El crimen no quedará sin respuesta por parte del Estado". Cabral quiso subrayar que el asesinato del director de Bangú 3 es una demostración más de que "estamos en guerra y que luchamos con asesinos con un arsenal bélico impresionante".

Según los analistas políticos, aunque la policía aún no tiene información precisa sobre los asesinos, no es difícil pensar que el Comando Rojo ha querido participar a su modo en la segunda vuelta de las elecciones municipales que se celebrarán el próximo día 26 en Río.

Los dos candidatos que se disputan las elecciones han concedido un lugar prioritario en sus programas electorales a la lucha contra el crimen organizado en la capital: ambos prometen medidas drásticas contra la violencia, convertida ya en la primera preocupación de los ciudadanos, incluso por delante de la crisis económica.

En 2002, la entonces directora de Bangú 1, Sidnéia Santos de Jesus, fue tambien asesinada. En aquella ocasión, en Bangú 1 estaban detenidos famosos criminales y traficantes de droga, como Fernandinho Beira-mar, Ué y Marcinho VP, todos nombres de batalla.

Tanto Sidnéia como Amaral estaban considerados como dos funcionarios incorruptibles y competentes que se negaban a hacer concesiones a los presos.