Sarkozy rechaza por motivos humanitarios la entrega a Italia de la ex brigadista Marina Petrella
Petrella vive desde hace 15 años en Francia, donde ha formado una familia, alejada del activismo.- Está ingresada en un hospital con una grave depresión
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha decidido, por "motivos humanitarios", no entregar a Italia a la ex activista de las Brigadas Rojas Marina Petrella, condenada allí a cadena perpetua por dos asesinatos. Petrella está internada en un hospital de París con graves problemas psíquicos y físicos desde que conoció que se reactivaba el caso de su extradición tras 15 años viviendo tranquilamente en Francia.
Petrella se encuentra hospitalizada en un centro psiquiátrico y los médicos que la han examinado "han concluido que la depresión profunda que sufre es susceptible de afectar a su pronóstico vital", dice la Presidencia francesa en el comunicado en el que ha hecho pública su decisión. Por ello, Sakozy ha pedido que se aplique la cláusula humaniaria de la convención de extradición de 1957 y de retirar el decreto de entrega a Italia rubricado por el Gobierno francés en junio.
"Esta medida individual ha sido adoptada exclusivamente en consideración de su situación de salud. No atenúa en absoluto el compromiso de Francia en materia de lucha contra el terrorismo y la cooperación con otras democracias en este asunto", precisa.
Petrella fue condenada en 1993 por la Justicia italiana a cadena perpetua por el asesinato de un comisario de policía, por el secuestro de un juez y por varios atentados en los años 80. Antes de ser detenida, decidió huir a Francia, donde emprendió una nueva vida. Dejó la militancia, se casó, tuvo una hija -ya había tenido otra en Italia- y trabajó en una empresa dedicada a ayudar a los más desfavorecidos.
Esa vida plácida se tornó pesadilla con la vuelta del nuevo siglo. En 2002, el entonces presidente francés, Jacques Chirac, cambia la política benevolente de su antecesor, François Mitterrand, para con los brigadistas refugiados en Francia. Italia la entrega una lista de ex terroristas residentes en Francia y Chirac se compromete a entregarlos. En 2007, es detenida para su extradición. Un año después, aquejada de una severa depresión que ha hecho temer por su vida, es ingresada en el hospital penitenciario de Fresnes, cerca de París. En junio, su orden de extradición fue firmada por el primer ministro francés, François Fillon, pese a que ella había escrito que prefería "morir antes que ser enterrada viva" en una prisión italiana. Hoy, Sarkozy se ha negado a firmar esa extradición.
La decisión no sentará bien en Italia, donde es considerada una terrorista sanguinaria. Mientras, en Francia, cuando se conoció su situación, se puso en marcha una campaña contra su entrega en la que han participado intelectuales, clérigos, activistas, partidos como el Socialista o Los Verdes e incluso la esposa del presidente francés, la cantante y ex modelo Carla Bruni.
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