Brasil invertirá en gasto social parte del beneficio del petróleo

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó ayer que el Gobierno invertirá en políticas sociales parte de los beneficios que generen los enormes yacimientos petrolíferos que se han descubierto en el Atlántico. "Brasil necesita de mucha política social. Por eso creo que una parte de esos recursos procedentes de los descubrimientos de petróleo tienen que canalizarse prioritariamente para resolver los problemas de la pobreza, las desigualdades y la educación", dijo el gobernante en su programa semanal de radio.

Hasta ahora, Petrobras apenas ha divulgado sus previsiones sobre dos de los yacimientos encontrados en la región, de los que ha dicho que tienen entre 8.000 y 12.000 millones de barriles de petróleo. El Gobierno considera que esas reservas pueden convertir a Brasil en un importante productor y exportador mundial de crudo si se tiene en cuenta que esos dos campos ya elevaron las reservas probadas del país de 14.000 a 26.000 millones de barriles.

Tras citar un estudio divulgado la semana pasada por el Gobierno con indicadores que muestran mejorías en el empleo, la salud y la educación en Brasil, Lula dijo que esos avances se han logrado por las inversiones hechas por su Gobierno en políticas sociales. "Pero necesitamos fortalecer esas políticas sociales. Aún tenemos dos años y tres meses de Gobierno. Tenemos que perfeccionar y hacer aún más cosas porque apenas estamos comenzando a hacer las políticas sociales que tenemos en la cabeza", aseguró el presidente.

El jefe de Estado destacó que los números divulgados la semana pasada muestran que el índice usado para medir la desigualdad en el mundo (índice de Geni) cayó en Brasil desde 0,563 puntos en 2002 hasta 0,528 puntos en 2007, "en una demostración inequívoca de que la vida del pueblo está mejorando", explicó. El gobernante recordó otros indicadores del estudio, según los cuales el índice promedio de desempleo cayó del 8,4% en 2006 al 8,2% en 2007, y el porcentaje de brasileños con trabajo formal pasó del 33,1% en 2005 al 35,3% el año pasado.

Puede que estas cifras, por otro lado, hayan contribuido a los datos facilitados por el último sondeo de opinión publicado en Brasil. Según el estudio, el respaldo popular al Gobierno de Lula alcanzó este mes un 68,8%, la cifra más alta desde que en diciembre de 2003 el Instituto Sensus comenzó a hacer estas encuestas.

La firma encuestadora informó ayer de que este índice es también el mayor alcanzado por un presidente brasileño desde 1998, cuando comenzó a realizar este tipo de sondeos por encargo de la patronal Confederación Nacional de los Transportes (CNT). Este récord de popularidad del mandatario fue atribuido por los analistas de Sensus a los buenos indicadores económicos del país, especialmente al aumento de la renta y la disminución del desempleo. Los datos, según el director de Sensus, Ricardo Guedes, se explican en "la economía, en la reducción de los problemas sociales, en la estabilidad económica, en el aumento de poder de compra y en el salario mínimo".