Pasajeros cansados por los retrasos queman dos trenes en la provincia de Buenos Aires
La línea donde se han producido los incidentes es la segunda más importante de las que conectan el cono urbano de la provincia, donde viven unos 14 millones de personas, con la capital
Un grupo de pasajeros ha incendiado este jueves dos trenes en las estaciones de Castelar y Merlo, en la provincia de Buenos Aires, en Argentina. Violentos e indignados por los retrasos en el servicio, los usuarios causaron importantes destrozos en los vehículos, mientras otros saqueaban un quiosco y oficinas del lugar, según informa Jorge Marirrodriga.
En la estación de Merlo, nueve vagones nuevos - cada uno de ellos valorado en casi 230.000 euros - han sido incendiados y un grupo de personas cortó las vías del tren de la línea en la estación de Castelar, donde han ardido otros dos vagones. En esta última estación la policía, que en un primer momento se ha mantenido al margen para no empeorar la situación, ha dispersado a los manifestantes y ha detenido a 13 personas.
La línea donde se han producido los incidentes es la segunda más importante de las que conectan el cono urbano de la provincia, donde viven unos 14 millones de personas, con la capital. A diario miles residentes en la provincia se desplazan hasta la ciudad de Buenos Aires para acudir a sus puestos de trabajo, y para ello utilizan el servicio ferroviario, donde viajan hacinados y sufren constantes retrasos.
Según fuentes de la empresa TBA consultadas por el diario argentino La Nación, los problemas empezaron a las 6.30 de la mañana (hora local) en Ituzaingó, donde el tren sufrió los primeros problemas técnicos, aunque pudo continuar el trayecto. Sin embargo, en las inmediaciones de la estación de Castelar el tren se detuvo por completo, poco antes de las 8 de la mañana, hora local.
Un remolque fue enviado hasta el lugar de la avería, pero los pasajeros, enfurecidos, descendieron del tren y comenzaron a caminar por las vías hasta la estación. Por temor a que alguno de ellos resultase electrocutado por las líneas de corriente eléctrica colocadas en las vías, tuvo que cortarse el suministro eléctrico a los trenes, con lo que el servicio ferroviario quedó suspendido.
No es la primera vez que pasajeros enfurecidos y cansados de los retrasos protagonizan incidentes de este calibre. Hace dos años en la estación de Haedo se produjeron protestas similares a las ocurridas este jueves, y hace un año usuarios, hartos del mal funcionamiento del servicio de trenes, quemaron varias taquillas en la estación de Constitución.
El ministro del Interior argentino, Florencio Randazzo, ha culpado a militantes de pequeños partidos de izquierda de haber provocado los conflictos de este jueves.
