Medvédev asegura que el presidente georgiano es un "cadáver político"
Moscú reconoce la "postura responsable" de la UE de no imponer sanciones a Moscú
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, ha calificado de cadáver político a su homólogo georgiano, Mikheil Saakashvili, al que Moscú no reconoce como presidente después de la guerra y posterior crisis por el control de Osetia del Sur y Abjazia. "El presidente Saakashvili no existe para nosotros. Es un cadáver político", ha dicho el mandatario ruso a la televisión italiana Rai.
En la misma entrevista, Medvédev ha asegurado que la "carta blanca" otorgada por Estados Unidos a los líderes georgianos ayudó a provocar el conflicto. "Los Estados Unidos de América ayudaron activamente a Georgia a preparar su política militar y la rellenó con dinero y armas", ha declarado Medvédev desde su residencia de verano en el mar Negro.
"Desafortunadamente, en cierto momento dieron a Saakashvili carta blanca para cualquier acción, incluida la militar. Todo eso se tradujo en agresión", afirmó.
"Esto es muy triste, y creo que ha llegado el momento de que nuestros socios americanos reevalúen sus relaciones con el régimen actual, aunque sea porque (Saakashvili) ha puesto a Georgia en una situación muy difícil", añadió Medvédev.
Las acusaciones de Medvédev contra Estados Unidos fueron más templadas que las que hizo la semana pasada su antecesor y primer ministro ruso, Vladímir Putin, quien acusó a "alguien" en Estados Unidos de provocar el conflicto en Georgia con el objetivo de ayudar a uno de los candidatos a ganar las elecciones presidenciales estadounidenses.
"Sin histerias"
Putin, entretanto, ha advertido de que Rusia responderá a la creciente presencia de buques militares de la OTAN en el Mar Negro "sin histerias de ninguna clase". Pero Putin, considerado aún como el hombre fuerte de Rusia, asegura que "respuesta, por supuesto que habrá". El primer ministro ha hablado sobre el tema durante una rueda de prensa en Tashkent, la capital de Uzbekistán, donde ha criticado el hecho de que los buques de la Alianza Atlántica ofrezcan ayuda humanitaria a Georgia y no a la "víctima de la agresión, es decir, a Osetia del Sur".
"No se entiende qué hacen los barcos estadounidenses en las costas georgianas. Pero eso tiene que ver con los gustos y las decisiones de los colegas norteamericanos", ha dicho Putin, según informan las agencias rusas de noticias. El primer ministro ruso se ha preguntado: "¿Por qué es necesario enviar ayuda humanitaria en barcos de guerra armados con los últimos sistemas de misiles?".
Al respecto, el vicejefe del Estado Mayor General de las Armadas de Rusia, Anatoli Nogovitsin, ha informado hoy de son cinco los barcos aliados que se encuentran en estos momentos en aguas del mar Negro, que baña las costas rusas y georgianas. Se trata de cuatro fragatas, la española Almirante Juan de Borbón, la estadounidense Taylor, la polaca Pulaski y la alemana Lübeck, además del guardacostas USS Dallas.
Las declaraciones de Putin se han producido después de que el Kremlin mostrara su optimismo en sus relaciones con Occidente, tras reconocer la "postura responsable" de la Unión Europa luego de la cumbre de ayer. Moscú también ha apostado por no deteriorar sus relaciones con Estados Unidos, principal aliado de Tbilisi.
Política de cooperación
El primer comunicado ha llegado por parte del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, que ha declarado que el principal resultado de la cumbre extraordinaria de los Veintisiete ha sido la "ratificación de una política hacia la cooperación". Tras señalar que no faltaron los llamamientos de una serie de países a implantar sanciones contra Rusia y a congelar las relaciones, la Cancillería rusa ha destacado que "lo importante, sin embargo, es que quedaron en minoría".
"La mayoría de los países miembros de la UE tuvo una postura responsable y ratificó la política hacia la cooperación con Rusia, consciente de la importancia de la colaboración en beneficio mutuo, en el marco de la cual se ha conseguido mucho en los último años", destaca el comunicado de Exteriores, citado por las agencias rusas.
Los socios de la UE se reunieron ayer de manera extraordinaria con el fin de sacar adelante una posición conjunta sobre la crisis entre Georgia y Rusia. Los Veintisiete enviar observadores civiles al Cáucaso y decidieron aplazar las negociaciones del Acuerdo de Cooperación y Asociación, con el que Moscú pretende profundizar las relaciones comerciales y energéticas. En este punto, el comunicado ruso de Exteriores ha lamentado el propósito de la Unión Europea de aplazar la próxima ronda de negociaciones de un nuevo acuerdo.
Por su parte, el portavoz de Exteriores del Kremlin, Sergei Prikhodko, ha afirmado que no espera que EE UU imponga sanciones a Moscú. Prikhodko ha asegurado que el Gobierno ruso está convencido de mantener una agenda positiva en sus relaciones con Washington pese a la crisis de Georgia.
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