Bush dice que Corea del Norte debe "verificar su potencial nuclear" para dejar el 'eje del mal'
El presidente estadounidense cierra su rápida visita a Corea del Sur con una clara advertencia a Pyongyang
Visita express del presidente de EE UU, George W. Bush, a Corea del Sur pero con un claro mensaje de advertencia al régimen norcoreano. Antes de dejar Seúl para viajar a Bangkok, Bush ha asegurado que Corea del Norte necesita "verificar su potencial nuclear" si quiere verse fuera de la lista de países terroristas y del conocido eje del mal.
En la rueda de prensa conjunta con el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, Bush ha pedido al dictador norcoreano, Kim Jong-il, que "verifique completamente" el programa de uranio y a "de pasos" en el programa de plutonio para que su régimen deje de ser el más sancionado del mundo.
El presidente estadounidense ha confesado no saber si Corea del Norte abandonará finalmente las armas de destrucción masiva, pero ha apostado por el diálogo a seis entre ambas Coreas, Rusia, China, Japón y EEUU, como la mejor manera de lograrlo.
La presión a Corea del Norte ha sido el acto con mayor carga política de una corta visita a Seúl de menos de 24 horas que ayer comenzó con protestas callejeras contra Bush y hoy terminado con una arenga a las tropas estadounidenses de la base de Yongsan, cerca de la capital.
El régimen comunista deberá acceder antes del 11 de agosto a un protocolo para verificar que la información que ha entregado hasta ahora es cierta, si desea los beneficios de verse fuera de la lista de países que apoyan el terrorismo. Bush ha afirmado que, según la nueva estrategia de "paso a paso", antes de recibir contrapartidas Pyongyang debe tomar medidas para verificar que está en camino de la desnuclearización, en contraste con el método del pasado de "conceder algo" al régimen totalitario y esperar a que respondiera de manera positiva.
Vacas locas
Durante el almuerzo posterior, Lee y Bush degustaron vacuno estadounidense en un gesto dirigido a la opinión pública surcoreana, muy agitada en los últimos meses por su oposición frontal a la importación de carne estadounidense por miedo al mal de las "vacas locas".
Ayer mismo, miles de surcoreanos se manifestaron desde el anochecer contra Bush y contra estas importaciones en unas protestas que fueron disueltas de manera contundente por la policía, que desplegó 23.000 agentes en las calles de Seúl y detuvo a 160 manifestantes.
En un ambiente mucho más cordial, Bush se despidió de su última estancia en Corea del Sur como presidente de EE UU enfundado en una chaqueta militar y vitoreado por las tropas estadounidenses de la base de Yongsan, con los gritos propios del cuerpo de marines.
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