El chófer de Bin Laden niega las acusaciones en el primer juicio en Guantánamo
Salim Ahmed Hamdan se enfrenta a una pena de cadena perpetua por conspiración y apoyo a actividades terroristas
El primer juicio estadounidense por crímenes de guerra desde la Segunda Guerra Mundial ha comenzado hoy en Guantánamo, y el primero en sentarse en el banquillo de los acusados es el conductor de Osama bin Laden, el yemení Salim Ahmed Hamdan, quien ha negado todas las acusaciones que se le imputan. Este es el primer proceso que se realiza en la base naval que tiene EE UU en Cuba, seis años y medio después de que Washington abriera su prisión en Cuba para encarcelar a sospechosos de terrorismo.
Hamdan se enfrenta a cadena perpetua si es condenado por conspiración y por brindar material de apoyo para actividades terroristas, dentro del tribunal que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, creó en respuesta a los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Hamdan, de unos 37 años, fue detenido en noviembre de 2001 en una barricada en Afganistán, poco después del inicio de la guerra en ese país. Los fiscales alegan que llevana dos misiles tierra-aire en el vehículo que viajaba y que se dirigía a una zona de combate. La defensa señala que el acusado estaba regresando de un viaje para evacuar a una mujer y a un niño a Pakistán. Hamdan ha reconocido que sirvió de chófer de Bin Laden en Afganistán entre 1997 y el 2000, pero niega que haya formado parte de Al Qaeda o que participó en algún ataque.
El acusado se ha presentado en el tribunal con un traje de presidiario color caqui. Su bata blanca y el turbante que vistió en las audiencias anteriores no fueron lavados a tiempo para este juicio, según el abogado defensor Charles Swift.
El juez, el capitán de la Armada Keith Allred, ha comenzado los procedimientos señalado que algunas de las evidencias obtenidas por los interrogadores mientras Hamdan estaba aún en Afganistán no serían presentadas en el juicio.
Los abogados defensores y militantes de derechos humanos se han quejado en numerosas ocasiones, tanto por las condiciones de la prisión de Guantánamo como por el sistema legal que la administración Bush instauró para enjuiciar a los sospechosos. Los abogados defensores dicen que sus clientes han sido física y mentalmente abusados o torturados y que se les ha negado el acceso de testigos, grabaciones, registros y otras evidencias.
El propio Hamdan dijo a la Corte en audiencias previas al juicio que fue golpeado, amenazado de muerte, privado del sueño antes de los interrogatorios y sexualmente humillado por una interrogadora. Los fiscales dicen que sus afirmaciones de malos tratos son falsas.
Hamdan ya logró una gran victoria legal. Su demanda provocó que la Corte Suprema de Estados Unidos cambiase el primer sistema de tribunales, forzando al Congreso a aprobar la Ley de Servicio del Ejército de 2006, bajo la cual será juzgado.
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