La policía canadiense encuentra a cinco personas muertas en una casa de Calgary
Los agentes no han facilitado la identidad de las víctimas que son un matrimonio, dos de sus hijas y una inquilina de la pareja
Un matrimonio, sus dos hijas, de cuatro y seis años, y una segunda mujer que vivía de alquiler en la vivienda familiar han aparecido muertos en su casa en un barrio residencial de Calgary (en el centro oeste de Canadá). Cuando la policía entró encontró a un bebé de un año llorando que fue puesto al cargo de los servicios sociales. "Lo lleva bien, de hecho lo lleva mucho mejor que yo", ha declarado a la prensa canadiense el inspector Frank Reuser, uno de los agentes que entró en el lugar del crimen.
La policía acudió a la casa a las 10 de la mañana (las seis de la tarde en España) cuando un familiar acudió a recoger a uno de los niños para llevarlo al colegio. La escena del crimen, la cantidad de víctimas y el hecho de que fueran familia han afectado profundamente a las personas que han entrado en la casa, tanto policía como sanitarios que luego han tenido que recibir apoyo psicológico en la comisaría.
Los policías de homicidios siguen investigando la escena del crimen y no han podido determinar la causa de la muerte de las cinco personas, los tres adultos (de unos 30 años) y las dos menores, sin embargo han afirmado que el resto del barrio no está en peligro y duda que fueran "víctimas casuales". El jefe de policía de Calgary, Rick Hanson, ha catalogado el crimen como "homicidio doméstico".
Hanson, que no ha facilitado los nombres de las víctimas, ha afirmado que es necesaria una amplia información antes de que la policía pueda determinar las causas de las muertes, aunque ha afirmado que no son causas naturales y a las seis de la tarde hora local (3.00 am hora peninsular) se ha inclinado por un homicidio-suicidio. También ha añadido que de momento no facilitarían datos de qué armas han aparecido en la casa ni si la policía ha respondido a llamadas de violencia de ese domicilio con anterioridad.
Mientras hablaba con los medios el inspector Reuser añadió entre lágrimas, "como se pueden imaginar esto no es algo agradable de contar. Es algo que ha pasado antes y que vuelve a pasar".
Los vecinos aseguraron que era una familia normal, llevaba tres años viviendo en la casa, la mujer participaba en una asociación vecinal de mujeres y los niños jugaban en el centro comunal.
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