La UE se da un año para levantar su estructura legal contra el cambio climático

Los jefes de Gobierno de la UE se han comprometido a preparar, de aquí a fin de año, las medidas necesarias para cumplir los objetivos de lucha contra el cambio climático que se marcó en la cumbre de Lisboa –el llamado 20-20-20, 20% de reducción de emisiones y 20% de consumo de energías limpias en 2020. Eso sí, prestando "atención específica" a que esas medidas no perjudiquen a las empresas europeas de tal modo que opten por trasladar sus industrias a países con legislaciones ambientales más suaves.

El objetivo de las medidas, que deberán estar listas a finales de este año, es tener todo preparado para que los Veintisiete vayan con una propuesta conjunta a la reunión de Copenhague en noviembre de 2009, una cumbre que intentará lograr un acuerdo mundial. Europa quiere "mantener su papel como líder en la lucha contra el cambio climático", según ha explicado el presidente de turno del Consejo Europeo, el primer ministro esloveno, Janez Jansa.

"Hemos acordado el calendario y los principios sobre cambio climático y sobre el paquete [de medidas] energético", ha dicho Jansa. El presidente esloveno ha explicado que Bruselas prestará una "atención específica" a la posible deslocalización de empresas a países con normas ambientales más laxas, fenómeno que tendría un doble efecto negativo: más paro en Europa y más emisiones de efecto invernadero en otros países.

Los objetivos establecidos por la UE para luchar contra el cambio climático se basan en la estrategia conocida como 20-20-20. Se trata de reducir un 20% las emisiones de CO2 de aquí a 2020 con respecto a los niveles de 1990; aumentar la producción y consumo de energías renovables para que supongan un 20% del total en esa fecha y que el uso de biocombustibles represente el 10% del total, también en 2020.

Los Veintisiete se han marcado el objetivo de que esos compromisos tengan forma de ley a finales de año, de forma que el Parlamento Europeo pueda refrendarlo rápidamente y la UE pueda acudir con esas medidas a la conferencia internacional de Copenhague de 2009, en la que se discutirá un marco que sucederá al Protocolo de Kioto a partir de 2012, fecha de su expiración.