Comienza el recuento en Irán tras una jornada de apatía electoral
Los colegios han retrasado cinco horas el cierre en Teherán para aumentar la participación, que ha sido del 60%.- No se esperan sorpresas: los conservadores seguirán dominando la Cámara
Los colegios electorales iraníes han cerrado a las 19:30 (GMT) de este viernes tras una jornada de diez horas, que ha sido prolongada cinco más en la capital, Teherán, y cuatro en el resto del país para favorecer la participación. No se han registrado incidentes de gravedad.
Las autorides cifran en un 60% la participación en las elecciones de hoy para renovar el Parlamento en un nuevo ejercicio de democracia islámica sobre cuya utilidad discrepan partidarios y detractores del sistema. Pese a las llamadas a la participación de las autoridades, los ciudadanos no han votando con demasiado entusiasmo y la jornada ha transcurrido sin incidentes y con escasa afluencia de votantes. De hecho, las autoridades han tenido que ampliar cuatro veces el plazo de cierre de los colegios por la escasa afluencia de votantes, si bien, la justificación oficial aludía a la "gran afluencia de votantes". La pasividad del electorado tal vez se deba a que el Gobierno ha vetado a los candidatos reformistas opuestos al presidente del país Mahmud Ahmadineyad.
Las autoridades señalaban que la participación podía superar el 60% al final del día, pero en la calle la elección del nuevo Parlamento no ha suscitado esta vez el entusiasmo de algunas convocatorias anteriores, informa Ángeles Espinosa. De esta manera, en Teherán, pocos electores han acudido a buena parte de los colegios, aunque las calles se veían muy concurridas a causa de la llegada de la fiesta del año nuevo persa, noruz, siendo este viernes el último, día festivo en Irán, antes de la señalada fecha.
Probablemente, las elecciones no depararán demasiadas sorpresas. El Parlamento seguirá en manos de los conservadores, debido al veto de las autoridades a los candidatos reformistas. No obstante, algunos candidatos podrían no ser demasiado cómodos para Ahmadineyad, ya que los hay opuestos a su política económica y los hay interesados en ganarse un nombre de cara a las presidenciales de 2009. Además, el presidente y el nuevo Parlamento tendrán que lidiar con el descontento popular por una inflación del 19%, mientras el Gobierno se dedica a la política exterior y al programa nuclear.
El líder supremo de la Revolución islámica, el Ayatolá Ali Jamenei, ha votado a primera hora de la mañana y ha llamado a la participación. Por su parte, Ahmadineyad ha rechazado las acusaciones de los reformistas de que se les impide el acceso al Parlamento. Los candidatos vetados han llamado a votar a los diputados reformistas que sí tienen presencia en el Parlamento para que el bando conservador de Ahmadinayed no tenga las manos totalmente libres.
Referéndum para el régimen
De los más de 70 millones de habitantes de Irán, alrededor de 43 millones estaban llamados a las urnas para elegir a 290 legisladores para los próximos cuatro años. Los colegios tenían previsto cerrar a las 15.000 GMT, aunque se ha extendido el horario para permitir que voten el mayor número de electores posibles.
Desde los medios oficiales cada convocatoria electoral se convierte en un referéndum al sistema islámico y en la presente han llegado a decir que una elevada asistencia a las urnas reforzaría la posición de Irán en su forcejeo nuclear con Occidente. "La abstención y el voto a los escasos reformistas en liza enviaría un importante mensaje de advertencia al sistema", interpreta un analista.
Según un sondeo publicado por la agencia IRNA, las autoridades esperan la participación de más del 60% del electorado, frente al 51% de 2004, cuando los conservadores derrotaron a los reformistas y obtuvieron más del 90% de los escaños de la cámara. Fuentes oficiales han asegurado que 175.000 efectivos de la policía velan la seguridad de las elecciones, consideradas decisivas para el futuro de la corriente reformista, y para las presidenciales del año próximo.
"El Consejo de Guardianes ha descalificado a los candidatos a los que me hubiera gustado votar", declara desilusionada Maryam A., una joven que trabaja a tiempo parcial mientras completa sus estudios y que después de muchas dudas ha decidido no votar. Sus favoritos eran reformistas. Pero esta corriente apenas ha conseguido la aprobación para dos centenares de aspirantes y además varios de ellos compiten entre sí por 110 de los 290 escaños del Parlamento.
No hay partidos políticos en sentido estricto en Irán. Los grupos o tendencias son flexibles y apoyan a los candidatos que se identifican mejor con sus intereses en cada momento. Así, un mismo político puede aparecer en varias listas si consigue el endoso de quienes las elaboran. Se trata sobre todo de una guía para los votantes, quienes deben escribir a mano en las papeletas los nombres de su elección sin necesidad de ceñirse a una combinación preestablecida.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ha pedido a los iraníes que participen de forma masiva en las elecciones generales que se celebran en el país. "Para nuestro país y nuestro pueblo, este es un día delicado, importante y decisivo. Uno tiene posibilidad de determinar, en un sólo día, una gran parte de cómo será su vida en el futuro", ha dicho Jamenei. El líder religioso ha depositado su voto en uno de los colegios electorales del barrio de Jamoran, donde vivía el fundador de la República Islámica, el ayatolá Rohulá Jomeini, fallecido en 1988.
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