Un conflicto que variará la agenda del Grupo de Río

El conflicto a tres bandas que sostienen Colombia, Ecuador y Venezuela está marcando el desarrollo de la 20º Cumbre de Presidentes del Grupo de Río, que se celebra desde el martes en República Dominicana y que tendrá su momento de mayor relevancia mañana, cuando los mandatarios de al menos 12 países se vean las caras para hablar, en principio, de energía, desastres naturales y desarrollo. Aunque la crisis trinacional no consta en la agenda de la reunión, la flexibilidad del foro para el tratamiento de temas coyunturales motiva los comentarios de pasillo sobre su segura inclusión en el debate.

Aunque las reservas son inevitables, Rafael Correa, Álvaro Uribe y Hugo Chávez, presidentes de Ecuador, Colombia y Venezuela, respectivamente, han confirmado su presencia en Santo Domingo.

Los coordinadores nacionales de los países miembros del Grupo de Río trabajaban ayer en la terminación de los documentos preparatorios para la sesión que hoy celebrarán en la capital dominicana los ministros de Exteriores. Y a pesar de que los técnicos insistían en que se limitarán a abordar los temas oficiales de la cumbre: energía, desarrollo y esastres naturales, la crisis ddiplomática y política entre Colombia, Ecuador y Venezuela se convertirá sin duda en el gran tema de la cumbre.

Por su parte, el presidente dominicano, Leonel Fernández, espera que el encuentro sirva de marco para un eventual entendimiento entre los tres países y ponga punto final a las tensiones.

Fernández, a través de la página web de la Presidencia dominicana, reconoció el martes que un día antes había conversado por separado con Correa, Uribe y Chávez, con quienes mantiene una excelente relación.

Desde entonces, el mandatario dominicano, que también hace gala de un cordial entendimiento con Estados Unidos, ha realizado unas labores de mediación y conciliación que, según fuentes gubernamentales, podrían intensificarse una vez sus homólogos se encuentren en territorio insular.

Estos esfuerzos, que se añaden a los que la Organización de Estados Americanos (OEA) ha venido haciendo en el mismo sentido y que ayer comenzaron a dar frutos, no son un impedimento para que, como se espera, la crisis se convierta en uno de los puntos vitales de debate de las dos últimas jornadas de la cumbre. Los analistas creen que la Declaración de Santo Domingo podría incluir alguna mención al respecto.

Más allá de este asunto, el encuentro, en el que México recogerá el testigo de la presidencia, traerá consigo compromisos e intenciones sobre energía, desarrollo y desastres naturales, como estaba previsto.

A pesar de que varios de los países miembros del Grupo de Río cuentan con petróleo para garantizar su suministro energético, no es menos cierto que en la región —una de las que menos emisiones de gases tóxicos produce, pero también una de las más afectadas por los desastres naturales derivados del cambio climático— hay consenso en apostar por el desarrollo de fuentes energéticas renovables, el cuidado de los recursos naturales y medidas contra el cambio climático que se conviertan en un arma útil para disminuir la pobreza de una zona en la que casi la mitad de la población es pobre.

El Grupo de Río fue creado en 1986 y tiene como miembros a 20 países latinoamericanos y caribeños.