Expulsado un ex convicto nazi de la universidad por haber cambiado de nombre

El Instituto sueco Karolinska, famoso por elegir el Premio Nobel de Medicina cada año, es una de las universidades médicas más prestigiosas del mundo. Ingresar en ella es una complicada misión que no logran algunos de los estudiantes más brillantes. Sin embargo, el pasado verano admitió, sin saberlo, a un simpatizante nazi que había pasado algunos años en una cárcel de máxima seguridad por asesinar en 2000 a un trabajador sindical, según publica The New York Times. Para expulsarlo, tuvo que recurrir a una artimaña administrativa.

Karlk Helge Hampus Svensson, de 31 años, figuraba entre los 180 estudiantes admitidos. Las matrículas de honor en el instituto y en todos los cursos online que había tomado en los seis años siguientes certificaron su ingreso.

Dos cartas anónimas que denunciaban a Svensson pusieron en alerta al Karolinska. Tras confirmar la información, el instituto se planteó el dilema de qué hacer con el nuevo estudiante. Legalmente, no podían expulsarlo porque "no existía ninguna política nacional a la que acogerse", explicó la presidenta del Karolinska, Harriet Wallberg-Henriksson, a The New York Times. Los únicos casos que justificaban una expulsión eran que el estudiante supusiese una amenaza para los demás o que padeciera una enfermedad psiquiátrica, lo cual dividió a la comunidad universitaria entre los que creían que debería ser expulsado, porque la honestidad era necesaria para ejercer la Medicina, y los que consideraban que ya había pagado por su delito.

Sin embargo, el Karolinska encontró la argucia legal para expulsarlo: una supuesta falsificación en la matrícula de ingreso. Svensson en realidad se apellidaba Hellekant pero había cambiado de nombre tras salir de la cárcel.

Karlk Svensson se marchó sin recurrir la decisión.