Noche de caos y oscuridad en Ciudad de México

Millones de habitantes del Valle de México vivieron una noche de oscuridad y caos entre el miércoles y la madrugada de ayer, cuando una inesperada tormenta, con rachas de viento de hasta 70 kilómetros por hora, derrumbó árboles, espectaculares (anuncios publicitarios de gran tamaño) y postes del tendido telefónico. Cuatro muertos —uno de ellos, aplastado al caer un árbol sobre su automóvil—, una decena de lesionados y cuantiosos daños materiales es el saldo de una hora y 40 minutos de vientos huracanados en Ciudad de México y sus alrededores.

Al caer la noche, un poco más tarde de las 18.30 (hora local), el viento comenzó a soplar con fuerza, unos 50 kilómetros por hora, al tiempo que se desataba una tormenta eléctrica, que provocó pequeños tornados. Amplias zonas de la capital se quedaron sin luz, con cortes que se prolongaron durante horas. Decenas de colonias sufrieron cortes de energía eléctrica y provocaron kilométricos atascos.

La tormenta se produjo en hora punta, cuando las principales arterias de la ciudad —por la que circulan cerca de cuatro millones de automóviles al día— estaban atestadas. En las calles quedaron 19 vehículos destrozados por los árboles arrancados de cuajo o alguno los 15 espectaculares que cayeron a tierra. Los bomberos controlaron ocho incendios iniciados durante la emergencia.

En los primeros minutos del caos, las emisoras de radio informaron de situaciones de emergencia en hospitales y estaciones del metro, así como de gente desesperada en medio de la congestión. Hubo personas que pasaron horas en sus automóviles antes de llegar a casa o buscando un transporte alternativo.

Elías Moreno Brizuela, secretario de Protección Civil del Distrito Federal, explicó que todo lo provocó una "célula convectiva", fenómeno atmosférico que se da por una combinación abrupta de aire caliente y frío, que en la noche del miércoles se mezcló con el frente frío número 24, que "venía cargado de una gran masa de aire helado y agua". La célula convectiva "hace que se generen vientos en remolino o pequeños tornados".

Los potentes vientos azotaron al menos 12 de las 16 delegaciones políticas (municipios) en que se divide el Distrito Federal y numerosos barrios del vecino Estado de México.

Víctimas

En medio de la tormenta murieron cuatro personas. Hugo Castro Lozano (28 años) falleció bajo el peso de árbol que se desplomó sobre su vehículo, que se encontraba atrapado en un embotellamiento en un barrio del sur de la ciudad. Y tres personas no identificadas murieron arrolladas por un camión, cuyo conductor realizó una maniobra brusca en medio de la oscuridad para evitar un árbol caído.

La tormenta dejó fuera de operación 42 de los 1.100 alimentadores existentes en la zona metropolitana; decenas de miles de hogares se quedaron sin luz, al igual que oficinas, restaurantes, tiendas, gasolineras y todo tipo de comercio, que cerraron sus puertas ante la imposibilidad de trabajar y el temor a los robos.Para prevenirlos, cientos de patrullas con las sirena encendidas transitaron por las áreas consideradas de riesgo, lo que sirvió para que no se produjeran saqueos.