Nuevo motín en la cárcel argentina en la que hubo 34 muertos en noviembre

Doce presos y dos guardias resultaron heridos en un motín sofocado ayer en el penal del norte de Argentina, donde una revuelta similar dejó 34 reclusos muertos hace dos meses, informaron fuentes policiales.

La mayoría de los heridos, dos de ellos de extrema gravedad, sufrieron intoxicaciones por la inhalación de gases de un incendio provocado en un pabellón con 44 detenidos en el penal de Santiago del Estero, capital de la provincia homónima, apuntaron.

Señalaron que los dos heridos graves son reclusos que han sido ingresados en la sala de cuidados intensivos de un hospital público de la capital provincial.

El motín se desató en la madrugada de ayer, cuando un recluso quemó su colchón y desató un pequeño incendio cuyos gases provocaron la asfixia e intoxicación de parte de los detenidos en el pabellón y de dos guardianes.

El subsecretario de Justicia de Santiago del Estero, Ramiro Santillán, aseguró que "se trató de un hecho aislado" y que durante el motín "no hubo intento de fuga".

En noviembre del año pasado, 34 reclusos del penal murieron durante una revuelta por las malas condiciones carcelarias en la que se desató un incendio por la quema de colchones.

Cuatro directivos del penal y 12 guardianes han sido procesados por los delitos de "homicidio culposo" o "abandono de persona seguido de muerte" tomando como base pruebas que demostraban que el acceso al pabellón donde estalló la revuelta fue cerrado a pesar de la propagación del incendio.

Denuncia de familiares

Los familiares de los presos denunciaron que el motín surgió por una violenta represión de los guardias ante una queja por las malas condiciones carcelarias y la pésima calidad de la comida. Además, negaron que se haya tratado de un intento de fuga, como aducen los acusados.

Las autopsias realizadas por peritos forenses demostraron que las muertes de los 34 reclusos fueron provocadas por asfixia y la inhalación de los gases tóxicos de la quema de colchones.

Según datos oficiales, el 70% de los detenidos en las cárceles argentinas está bajo proceso o sin condena en firme y en muchos casos en condiciones de hacinamiento, lo que en los últimos años ha sido motivo de múltiples protestas y motines.