Indios brasileños secuestran a un funcionario español de la ONU
La etnia cinta-larga reclama mejores servicios de salud y educación y que la policía estatal se retire de sus tierras
El presidente interino de la estatal Fundación Nacional del Indio (Funai), Aloysio Guapindaia, ha viajado hacia el estado de Rondonia, donde desde el sábado está retenido por los indios un grupo de personas, entre las que figura el español David Martín Castro, miembro del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, con sede en Ginebra.
El superintendente de la Policía Federal en Rondonia, Sergio Lucio Mar dos Santos Pontes, ha confirmado que, entre los rehenes, está también el procurador de la República en ese estado, Reginaldo Pereira da Trindade, y otras dos personas aún no identificadas. Según Santos Pontes, los cinta-larga "tiene mucho cariño por el procurador", lo que consideró que es una garantía de que "los rehenes no serán maltratados por los indios".
El español secuestrado es David Martín Castro, nacido en Madrid hace 30 años y que trabajaba en la unidad de pueblos indígenas y minorías del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Estos días se encontraba en Brasil de visita para discutir el apoyo que la ONU ha ofrecido a la celebración del Festival de las Tradiciones Culturales Indígenas, que se realizará en abril del 2008.
El portavoz policial ha indicado que desconoce el motivo de la visita del grupo a la reserva Roosevelt, donde habitan los cinta-larga, y ha señalado que "si la Policía Federal hubiera sabido que iban, no lo hubiera recomendado", pues esa etnia tiene "muchos antecedentes violentos".
"Creo que el procurador fue engañado por los indios", ha apuntado Santos Pontes, quien confirmó además que los cinta-larga han puesto varias condiciones para la liberación de los rehenes, entre las que citó que la Policía Federal se retire de la reserva. Otras de las exigencias de los cinta larga son la presencia en el lugar del ministro de Justicia, Tarso Genro, y del presidente de la Funai, así como mejores servicios de salud y educación en la zona. En opinión del portavoz policial los indios pretenden tener libertad para traficar ilegalmente con diamantes y ha querido recordar que, en el año 2004, 29 mineros ilegales que trabajaban en búsqueda de diamantes, que abundan en la zona, fueron asesinados por un grupo de indios de esa etnia.
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