Sin miedo a Montesinos

El ex presidente Alberto Fujimori no teme ser confrontado con quien fue su mano derecha, Vladimiro Montesinos, en los juicios que afrontará en Perú por violaciones de los derechos humanos y corrupción, según explicó ayer su abogado, César Nakazaki.

"El ex presidente Fujimori no le tiene temor a Vladimiro Montesinos ni a ninguna persona que pueda declarar como testigo y con la cual pueda confrontarse en el proceso", aseguró el letrado en declaraciones citadas por la agencia oficial Andina.

Las declaraciones de Nakazaki se dan después de que el fiscal supremo de Perú, José Peláez, señalara el pasado 22 de octubre que se evalúa la posibilidad de solicitar a la Sala Penal Especial de la Corte Suprema que Montesinos sea citado como principal testigo en los casos por los cuales será procesado el ex mandatario.

Montesinos, que fue jefe del desaparecido Servicio Nacional de Inteligencia, está recluido desde 2001 en la base naval del Callao por una serie de delitos derivados de la red de corrupción que tejió durante el Gobierno de Fujimori (1990-2000).

Según Andina, el abogado de Fujimori también sugirió que Montesinos podría ausentarse en los juicios al ex mandatario: "Él [Montesinos] es un testigo, no está obligado a declarar porque puede acogerse al derecho del silencio".

La abogada de Montesinos, Estela Valdivia, informó el viernes pasado, durante una diligencia judicial, que su patrocinado ha iniciado una terapia, recomendada por psiquiatras, por la depresión causada por los años de encierro.

Fujimori está recluido en la sede de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes), al este de Lima, tras su extradición desde Chile el pasado 22 de septiembre por cinco delitos de corrupción y dos de violación a los derechos humanos. El ex mandatario fue interrogado el 12 de octubre por el caso del allanamiento ilegal en 2000 de la vivienda de la ex esposa de Montesinos.

El 26 de noviembre Fujimori afrontará su primer juicio vinculado a casos de violación de derechos humanos, entre ellos el asesinato de un total de 25 personas en las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992).