Complicidad maquiavélica en el Congreso peruano

El último episodio político ocurrido en Perú pone de manifiesto de nuevo la presunta complicidad entre Alianza para el Futuro, la formación del extraditado ex presidente Alberto Fujimori y el partido aprista en el Gobierno peruano para mantener el control del legislativo.

Los fujimoristas, con sus diez abstenciones, salvaron el pasado jueves de la censura al ministro del Interior, Luis Alva Castro, contra quien se presentó una moción por irregularidades en la frustrada compra de pertrechos y patrulleros para la policía.

La ausencia de una docena de congresistas de Unión por el Perú (UPP) y Unidad Nacional (UN) contribuyeron también a evitar la caída del ministro del Interior.

El Gobierno de Alan García se salvó así de que uno de sus ministros sea destituido de su cargo por el Congreso peruano. Luis Alva Castro, responsable de Interior, fue interpelado por presuntos malos manejos en dos frustradas adquisiciones (una de cerca de 700 vehículos y la otra de pertrechos para los escuadrones antimotines de la policía).

La posterior moción de censura, presentada por la oposición, obtuvo 51 votos, diez menos de los necesarios para ser aprobada.

La diferencia la marcaron en gran medida los ocho congresistas de Alianza para el Futuro, el partido del ex presidente Alberto Fujimori, que se abstuvieron de votar. A ellos se sumaron varios parlamentarios ausentes. La decisión de los fujimoristas, que tienen 13 de los 120 escaños que tiene el parlamento unicameral peruano, volvió a poner sobre la mesa la presunta alianza entre ellos y el partido aprista, algo que ambos grupos siguen negando pese a que en repetidas ocasiones han sido los votos de Alianza para el Futuro los que inclinaron la balanza a favor de las iniciativas apristas en el Congreso.

"Tenemos razones de sobra para votar por la censura, pero no les vamos a pagar con la misma moneda", dijo durante el debate el portavoz fujimorista Carlos Raffo, en alusión a las sanciones políticas que sufrieron anteriormente varios miembros de su partido. El portavoz aprista, Javier Velásquez, eludió hablar de la presunta alianza y se limitó a decir que "evidentemente, ellos apuestan por la gobernabilidad".

"Una votación así era de esperarse, porque el APRA es un partido muy hábil en manipular al Congreso, en entregar prebendas e intimidar a quienes tienen rabo de paja. Salvar a Alva Castro ha reiterado la alianza con el fujimorismo", opinó el ex ministro del Interior y analista político Fernando Rospigliosi.

En la misma línea se manifestó el parlamentario de Unidad Nacional (UN) Luis Galarreta Velarde, al señalar: "Yo no esperaba que voten a favor, ya que los votos políticos del Grupo Parlamentario Fujimorista evidencian la clarísima alianza política que tienen en el Parlamento desde hace un año, con mucho más razón ahora que tienen el problema con su líder [Alberto Fujimori], que está ahora en el Perú. Por un lado le salvan la vida a su ministro y por el otro le envían un mensaje al Gobierno".

Fujimori, mientras tanto, permanece recluido en unas estancias especiales de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía, en Lima, a la espera del inicio de sus juicios, que finalmente serán cuatro, pues el poder judicial peruano ha decidido agrupar las causas. Uno de ellos, por el allanamiento de la casa de la ex esposa de su asesor Vladimiro Montesinos (de donde se presume que habría sacado decenas de maletas con audios y vídeos comprometedores), tiene carácter de sumario y estaría listo para sentencia en tres o cuatro meses más, según estimaciones de la procuraduría peruana.

El siguiente juicio que deberá afrontar el ex presidente es por los homicidios de Barrios Altos y la universidad La Cantuta. El presidente del tribunal especial encargado de juzgar a Fujimori, César San Martín, ya anunció que este proceso comenzará el 26 de noviembre.