El enviado de la ONU a Myanmar se reúne con la líder opositora Aung San Suu Kyi
Antes, Ibrahim Gambari se había reunido con la Junta Militar en la nueva capital.- La jefa del partido opositor LND en Mandalay ha sido hoy detenida
El enviado especial de Naciones Unidas, Ibrahim Gambari, se ha reunido finalmente con la activista opositora birmana, Aung San Suu Kyi, después de que el encuentro recibiera la aprobación de la Junta Militar, según han informado fuentes diplomáticas. Antes, Gambari se ha entrevistado con la Junta Militar en Napydaw, la nueva capital del país, para tratar de que pongan fin a la violenta represión de las manifestaciones antigubernamentales.
Suu Kyi es todo un símbolo de la resistencia a la dictadura militar que dirige el país asiático desde hace más de 40 años. La Premio Nobel de la Paz y líder de la Liga Nacional para la Democracia (LND), que venció en las elecciones de 1990 desautorizadas por la Junta, ha estado bajo arresto domiciliario 11 de los últimos 18 años. El último arresto se inició en 2003.
Nuevas detenciones
Mientras, la junta militar continúa deteniendo a opositores en el país. La responsable de la LND en la ciudad de Mandalay, Win Mya Mya, fue detenida anoche por los cuerpos de seguridad, en relación a las manifestaciones gubernamentales que desafían a la Junta Militar de Birmania (Myanmar) desde hace más de un mes.
Su hermana Tin Win Yee dijo a radio Mizzima que estaban esperando que fueran a detenerla y que tenía preparado un petate con ropa para llevarse con ella en cuanto la policía llamase a la puerta de su casa en Mandalay, a uno 600 kilómetros al norte de Rangún.
No es la primera vez que Win Mya Mya, de 58 años, pasa por los celdas de las prisiones birmanas, ya estuvo encarcelada varios meses entre el año 2001 y el 2004. Otros líderes y portavoces de los movimientos democráticos han sido detenidos en las últimas horas, englosando la lista de más de 1.200 arrestados, entre ellos uno 1.000 monjes.
El cerco a los monasterios continúa en la capital, a la que han llegado un refuerzo de unos 20.000 efectivos según medios de la oposición en el exilio.
Las manifestaciones en Birmania comenzaron el 19 de agosto en respuesta a las subidas de los precios de los combustibles y el 17 de septiembre los monjes budistas se pusieron al frente de las protestas, tras vencer el plazo dado al Gobierno para disculparse con el monacato por golpear bonzos en las movilizaciones. La cifra oficial de muertos se eleva a 16, entre ellos un niño.
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