Las autoridades colombianas sepultan sin identificar a 14 guerrilleros muertos en el campamento de El Negro Acacio

Las autoridades colombianas sepultaron sin identificar los cadáveres de 14 de los 17 rebeldes que murieron el sábado pasado en el bombardeo militar del campamento de Tomas Medina Caracas, alias El Negro Acacio, un destacado jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según informaron ayer fuentes judiciales.

Los cadáveres fueron inhumados el miércoles en fosas individuales del Cementerio Central de Villavicencio, 126 kilómetros al sur de la capital colombiana, precisó la Fiscalía General, que seguirá con las tareas de identificación de los restos. La entidad judicial autorizó la sepultura masiva una vez que sus servicios de criminalística pusieron fin a la toma de muestras que permitan establecer la identidad de los insurgentes.

Los cadáveres habían sido evacuados el lunes desde el campamento del jefe del Frente 16 de las FARC El Negro Acacio, en un remoto paraje de los departamentos selváticos del Guainía y el Guaviare.

La base fue bombardeada el 1 de septiembre por la Fuerza Aérea Colombiana en una operación lanzada por una fuerza conjunta de élite creada para perseguir al alto mando de las FARC.En el ataque murieron Medina, su jefe de seguridad, el radio operador del frente guerrillero y otros 14 rebeldes, anunciaron el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, y el comandante de las Fuerzas Militares, el general Freddy Padilla de León.

El Negro Aacacio era considerado por la policía como la pieza clave de las FARC en el intercambio de cocaína por armas y otros suministros para los rebeldes, estaba solicitado en extradición por Estados Unidos y sobre él pesaban 23 órdenes de captura en Colombia. Sin embargo, los cadáveres del jefe insurgente y de los dos lugartenientes no aparecieron.

La fiscalía señaló en un comunicado que entre los cadáveres hallados están el de una menor de 15 años que lleva tatuadas las letras del nombre Raúl en las falanges de la mano izquierda.