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Todos los caminos conducen a Perpiñán

Del alfiler al elefante

Por MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN

Los empresarios cinematográficos de Gerona se han quejado al gobernador civil de la provincia sobre los usos y abusos de los empresarios cinematográficos de Perpiñán. Según parece, en la ciudad catalano-francesa se están proyectando películas dobladas en castellano y aderezadas con piezas antológicas del No-Do de los años cuarenta y cincuenta. Las películas dobladas en Francia, o subtituladas en Francia, pertenecen al extenso género de las películas no aptas para españoles, según el criterio de nuestra censura.

El criterio de nuestra docta censura al parecer no es el criterio de los protegidos por su docta tutela. El escándalo del espectáculo de miles de españoles en las colas de Perpiñán para ver El último tango en París ha dado que hablar a Europa entera y el negocio de los avispados empresarios de Perpiñán a costa del hambre cinematográfica española es de los que hacen época.

En la reflexión crítica de los empresarios gerundenses hay un objetivo inalcanzable y otro casi inalcanzable. El primer objetivo inalcanzable es que los empresarios franceses abdiquen de su libertad de programar lo que les dé la gana y en el idioma que quieran. El segundo propósito, hoy por hoy difícilmente alcanzable, es que se les dejara luchar a ellos en igualdad de oportunidades frente a los empresarios de Perpiñán. Es decir, que el credo que guía a la censura francesa capaz de confiar en la madurez del público francés para enfrentarse a El último tango o lo que sea, cruzara las fronteras y estuviera al alcance del empresario español.

Este burlesco, grotesco asunto ha convertido esa “hambre española” en el hazmerreír de Europa. Este burlesco, grotesco asunto promete segundas y terceras partes igualmente regocijantes ante el auge que están alcanzando pases cinematográficos similares a pocos kilómetros de la frontera vasca y el anuncio de que en Tánger o Túnez se van a organizar maratones cinematográficos para el público andaluz, o del sureste español en general, que tenga ganas de darse un garbeo en chárter para ver lo que no puede ver en Málaga o Granada o Murcia.

Si ya resulta visualmente inaguantable que los españoles tengan que ir a Europa para ver lo que no pueden ver en un país que se reclama parte de Europa, puede alcanzar la cosa extremos de charlotada si Tánger o Túnez se convierten en africana tierra de promisión para los tuaregs cinematográficos españoles. Urge una revisión de la función de la censura, urge una revisión de los estrechos límites de la tolerancia establecida, puesto que, por el momento, lo único que está consiguiendo la censura es ver cómodamente lo que los demás españoles podemos ver a base de rascarnos a fondo el bolsillo, de dejar divisas en el extranjero, de dar el espectáculo ante toda Europa e incluso de tener que reírnos de nosotros mismos.

05 de mayo de 1973. Tele/eXpres

A Manuel Vázquez Montalbán, primera entrada del blog (21 de abril)

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Comentarios

A ver no se cómo explicarlo. Echo un vistazo a la fecha de entonces y veo la de hoy y si pudiera verlo señor MVM. Sencillamente me quito el sombrero.
No tengo demasiado tiempo, quizás al anochecer pueda sentarme con calma y tranquilidad y escribir lo que creo que se merece esta columna pero aunque sea sólo un momentico me lanzo sobre el teclado: esta columna de MVM es especial. Seguramente muchos de los nacidos en democracia no alcancen a comprender el valor de esas palabras pero lo tienen. Como casi siempre en MVM. Y siguen teniéndolo actualmente, quizás no tanto en referencia a nuestro país, que ya salió del manto protector del 'gran padrecito' y sus largos brazos represores, sino de algún otro. Por ejemplo el de uno que después de casi cincuenta años de revolución considera que a sus ¿ciudadanos? hay que 'protegerles' de cosas que otro 'gran padrecito' considera que no son apropiadas. Vaya, que cincuenta años después de pelear por la libertad ni siquiera tienen la posibilidad de decidir si quieren ver una película o leer una revista o simplemente recrear su vista -si es que eso les apetece- ante hombres y mujeres encuerados. Pero no tengan duda de que, entre los que se encargan de 'proteger', esas mismas revistas, películas o textos circulan sin el menor control.
Hoy parece mentira que la censura y la Iglesia hayan hecho tanto daño a los españoles, prohibiendoles la libertad de reunión, expresión y de opinion. Los jovenes, como dices Estrella, les serán imposible imaginar el estado de exceción perenne en la que viviamos con Franco. Ir a Perpiñan era como ir a otro mundo, en donde podias sentirte libre. Aún hoy la Conferencia Episcopal tiene ramalazos de soberbia y prepotencia en el sentido de que piensan tener la verdad y el dominio de nuestras conciencias individuales y colectivas.
Chapeau, que giusto da leerlo, gracias por rescatarlo. Como añoro sus columnas de la óltima página de El Pais (al que espero algún día ver con tilde en la portada, yo mientras lo pronuncio como lo escribís, con acento en la A, y no en la I, pues entonces debería llevar tilde). La primera vez que me forré una carpeta, llevaba un chiste de Romeu (gracias por miguelito, yo sigo queriendo ser tia buena de mayor), y una columna recortada de Manolo, el hacha, creo recordar que se titulaba. En fin, gracias por el homenaje, me lo estoy disfrutando mucho.

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