Dos presuntos asaltantes mueren linchados en Guatemala
La multitud acusaba a las víctimas de robar y asesinar a un camionero
Dos hombres que supuestamente habían asaltado a un comerciante de granos, a quien dieron muerte antes de despojarlo del camión donde transportaba maíz, fueron capturados horas después por una turba en la localidad de Chisec (Alta Verapaz, norte de Guatemala) y asesinados por los enardecidos vecinos.
De acuerdo a las informaciones de las autoridades locales, todo empezó al mediodía del martes, cuando la víctima, Ignacio Chen, de 43 años, viajaba de Chisec hacia Cobán, la capital de la provincia, con un camión cargado de maíz. En un punto de la ruta, siete hombres armados interrumpieron el paso del vehículo, asesinaron a Chen y se apropiaron del camión para llevarlo con rumbo desconocido. En el hecho, Francisco Jucub, de 24 años, ayudante del infortunado comerciante, logró escapar y dar la voz de alarma en las aldeas vecinas al lugar del atraco.
Los pobladores se organizaron inmediatamente en patrullas de búsqueda y lograron atrapar a dos de los siete asaltantes, que fueron identificados por el superviviente. Los capturados fueron amarrados a un árbol en un lugar próximo al del asalto y conminaron al resto de la banda a que se entregaran, bajo la amenaza de linchar a los rehenes. Como esto no ocurrió, al anochecer la turba mató a golpes a uno y prendió fuego a su cómplice, ante la imposibilidad de la policía para evitar el linchamiento. Las víctimas fueron identificadas como Manuel Caal, de 27 años, y Carlos Yat, de 25.
El hecho ocurre tres días después de que, en el oriente de este país, otra multitud golpeara hasta la muerte a una mujer e intentara quemar viva a una hermana de ésta, acusadas del secuestro y asesinato de la niña Alba Michelle España, de nueve años, a quien, según denuncias de los vecinos, sus secuestradores dieron muerte para extraerle órganos que supuestamente hubieran sido comercializados por una mafia que opera en la región. Este extremo, sin embargo, no ha sido confirmado.
La familia de la pequeña presentó el martes una denuncia ante la policía en la que demanda seguridad personal porque dicen haber recibido amenazas de muerte. Manuel Valdizán, diputado del Congreso (Legislativo, unicameral), aseguró a la prensa que los vecinos de Camotán, lugar de origen de la pequeña, "están muy asustados". Añadió que en esa zona opera una red de traficantes de órganos, conocidos por los vecinos; sin embargo, éstos tienen miedo de denunciarles "porque siempre andan armados".
Según cifras extraoficiales, hasta el 31 de mayo 18 personas han sido asesinadas por este procedimiento salvaje, número al que hay que sumar las tres muertes ocurridas entre el viernes y el martes. De acuerdo a organismos humanitarios como el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM, equivalente a las Madres de la Plaza de Mayo de Argentina) o a la ya disuelta Misión de Naciones Unidas para Guatemala (Minugua), la mayor parte de estos hechos se registra en la zona del altiplano indígena, donde la represión militar alcanzó su mayor fiereza durante los años de la guerra civil (casi 600 masacres de población civil), crímenes que permanecen en la impunidad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.