Un religioso salvadoreño, asesinado a tiros por pistoleros en Guatemala

Un religioso marista de nacionalidad salvadoreña, Alberto Enrique Olano Merino, de 29 años, murió de dos balazos en la noche del sábado en Guatemala. En el incidente, un hermano de sangre de la víctima, Francisco Javier, sufrió una herida leve, que ni siquiera precisó de hospitalización. Según los primeros datos, el tiroteo provino de los ocupantes de un vehículo, que dispararon a un grupo de religiosos en el preciso instante en que eran atracados.

Esta muerte puso una nota de luto en la congregación marista, que el sábado conmemoraba los 75 años de su llegada a Guatemala. Los religiosos festejaron la efeméride con una misa en la Catedral Metropolitana, celebrada por el cardenal arzobispo de la diócesis, Rodolfo Quezada Toruño. Por la noche, los religiosos tuvieron una cena en las instalaciones del Liceo Guatemala, la institución educativa insignia de los maristas en este país centroamericano. Posteriormente, seis de los religiosos, todos jóvenes, decidieron dar una vuelta por el centro cultural Cuatro Grados Norte, próximo al colegio.

A su vuelta, el grupo fue asaltado por hombres armados con cuchillos. "Ninguno de los hermanos puso resistencia al atraco. Súbitamente y desde un coche de características ignoradas que estaba aparcado en un lugar cercano al sitio de la agresión a los religosos, una voz gritó 'tírense al suelo' y empezaron los disparos", según explicó a EL PAÍS el también marista Eustacio Martínez. Según el religoso, dos de los disparos impactaron en la cabeza de Olano Merino, "quien murió en el acto". Añade que otra bala rozó un brazo de Francisco Javier, que fue llevado a un centro hospitalario y dado de alta tras una curación sencilla.

Las autoridades no disponían ayer de ninguna pista sobre los atacantes de los maristas. Ninguno de los supervivientes pudo dar una descripción de las características del vehículo desde el que fueron tiroteados.

La violencia en Guatemala ha desbordado completamente a las fuerzas de seguridad, hasta el punto de que el presidente, Óscar Berger, así lo reconoció públicamente a mediados de la semana previa al asesinato del religioso. De acuerdo al matutino Nuestro Diario, en Guatemala han sido asesinadas 1.925 personas en lo que va de año, mientras que el Ministerio del Interior informa que, a lo largo del año 2006, el número de muertes violentas ascendió a 5.885.