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Reportaje:

"¿No es curioso que nunca haya habido una matanza en Utah?"

Asociaciones favorables y contrarias a la posesión de armas de fuego debaten duramente en Estados Unidos tras la última matanza en una escuela de Virginia, la más trágica de la historia del país

La matanza de 33 personas en la Universidad Politécnica de Virginia ha sacado nuevamente a la luz la polémica sobre la posesión de armas, un derecho consagrado por la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, pero criticado por quienes consideran que sólo atrae riesgos y violencia. Las posiciones no podrían estar más encontradas. Los contrarios aseguran, datos en la mano, que llevar armas aumenta la posibilidad de intervenir en un tiroteo, como el de la Politécnica. Los favorables dicen que lo de Virginia sólo ha dejado al descubierto un hecho: prohibir las armas en las escuelas es irracional porque los estudiantes no se pueden proteger.

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De un lado de las barricadas se encuentras asociaciones como la Nacional Rifle Association (Asociación Nacional del Rifle, NRA), un poderoso grupo de presión, con gran influencia en el Congreso, cuyo lema es "las armas no matan, es la gente" y que defiende la posesión de armas con las mínimas restricciones. En una declaración publicada en su sitio web, el RNA ha expresado sus condolencias "a las familias de los estudiantes de la Politécnica de Virginia, y a todos los afectados", aunque se ha negado a hacer cualquier otra declaración "hasta que se esclarezcan los hechos".

Otro importante lobby estadounidense, la Gun Owners of America (Dueños de Armas de América, GOA) ha ido más allá y ha publicado una nota donde asegura que el estrago del campus de Virginia ha puesto al descubierto el verdadero problema de Estados Unidos: la prohibición de llevar armas.

"Es extremadamente peligroso decir a los ciudadanos que no deben llevar armas en las escuelas", explica Larry Pratt, director del GOA. "Lo del politécnico de Virginia muestra que los asesinos no respetan las prohibiciones cuando el instinto homicida se ha adueñado de sus corazones". Y pone un ejemplo edificante: "No lejos del Politécnico de Virginia, en la Appalachian School of Law, un asesino fue arrestado cuando dos estudiantes fueron a por sus armas en sus coches y las utilizaron para reducirlo".

"¿No es curioso que nunca hayas leído de una matanza en Utah u Oregon?", se pregunta retóricamente Pratt. "¿Por qué no la ha habido?", sigue. Porque Utah y Oregon son los únicos dos estados que consienten llevar armas en las facultades, deduce Pratt, y "a los criminales no les gusta que sus víctimas respondan al fuego". Por estas razones, concluye, "los americanos queremos que se ponga fin a esta ineficaz prohibición de las armas".

No hemos hecho nada

Del otro lado, están organizaciones no gubernamentales como la Brady Campaign to Prevent Gun Violence , empeñada en hacer aprobar leyes que aumenten el control sobre las armas de fuego y pongan fin a este tipo de tiroteos que, en su opinión, se deben a la facilidad con la que un ciudadano puede comprar armas.

Paul Helmke, presidente de Brady Campaign to Prevent Gun Violence ha asegurado en la web de la asociación que los "pensamientos y oraciones" de su agrupación "van a las familias de las víctimas de la que parece ser la mayor matanza de este tipo de Estados Unidos". "Los detalles sobre qué hizo actuar de esta manera al estudiante están llegando todavía", ha dicho Helmke, "sin embargo, ya sabemos qué fácil es comprar en nuestro país un arma potente".

"Una semana como esta, hace ocho años, los chicos de Littelton, en Colorado, sufrieron un terrible ataque en el colegio Columbine. Hace casi exactamente seis meses, cinco jóvenes fueron asesinados en una escuela amish de Pennsylvania. Desde aquellas matanzas no hemos hecho nada, como nación, para acabar con la violencia armada en nuestras escuelas y comunidades. Al contrario, si hemos hecho algo, ha sido facilitar el acceso a las armas", ha dicho Helmke.

"Ahora hemos sido testigos de otra horrible tragedia que nunca será olvidada. Ya es tiempo de aplicar un poco de sentido común y actuar para evitar que tragedias como ésta puedan ocurrir", ha exhortado.

REUTERS

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