Otro día de la verdad para Prodi

La tarde más larga del Ejecutivo italiano empezará hoy a las cuatro en el Senado. Entonces comenzará la discusión sobre la refinanciación de las misiones militares en Afganistán, sin que nadie sepa a ciencia cierta cual será el resultado del voto, que se espera por la noche. A pesar de que Prodi se haya declarado "tranquilo", no cuenta con los números suficientes por parte de su coalición y tendrá que recurrir a la los centristas de la oposición, que han anunciado que votarán a favor. Sin embargo, nada está amarrado, ya que este grupo propondrá mociones que piden más armas para los militares y que están condenadas a provocar rupturas importantes en la mayoría si serán aprobadas. El resto del centro-derecha ya ha anunciado que se abstendrá. De todas formas la oposición ha puesto una cláusula: si el Ejecutivo no reunirá 158 votos, la mayoría mínima en la cámara alta, pedirán las dimisiones de Prodi.

Oposición

La tarde no se antoja nada fácil para el Gobierno que está repartiendo esfuerzos para cerrar filas entre los suyos e intentar desactivar las minas de las enmiendas de la oposición. Las únicas posiciones claras parecen ser la de Berlusconi y Fini, que han anunciado que sus partidos, Forza Italia y Alianza Nacional, se abstendrán en la votación. También lo hará el partido secesionista de Bossi, la Liga Norte, aunque éste ha añadido una incógnita más al rompecabezas al anunciar que saldrá del hemiciclo -bajando así el quórum necesario para aprobar la ley- si el Gobierno aprueba las enmiendas de su partido. Por su parte, los cristianodemócratas de UDC, que están en la oposición, han anunciado su apoyo a Prodi, aunque antes de la votación presentarán una orden del día en la que pedirán más armas y un empeño más importante de las tropas en las zonas de combate.

Mayoría

De aprobarse las mociones más 'belicistas' que proponen, el indispensable apoyo externo de UDC podría dividir aún más la mayoría. Lo que está seguro es que los dos senadores comunistas 'díscolos' que provocaron la caída del Ejecutivo hace poco más de un mes volverán a votar no a la propuesta de ley. Rossi, del Partido de los Comunistas Italianos, y Turigliatto, de Refundación Comunista, lo habían anunciado desde hace tiempo. A ellos hay que sumar tres indecisos. Bulgarelli (Verdes), Franca Rame, la esposa de Dario Fo (Idv) y el senador vitalicio Pininfarina.

Números

Restados los contarios y los inciertos, el Gobierno contaría así con 180 votos, gracias a sus senadores, los 20 de la UDC, los senadores vitalicios favorables (Colombo, Ciampi, Andreotti, Scalfaro e Levi Montalcini) y los que se pasaron al bando de Prodi tras la crisis del mes pasado (Follini y su partido La Italia del Medio). En un principio serían más que suficientes para superar el quórum que debería ser fijado en 161 votos. Sin embargo, nadie sabe con seguridad lo que pasará en una sesión donde la oposición tiene previsto presentar 36 enmiendas y 14 órdenes del día. Además Prodi tiene que hacer cuentas con una cláusula importante planteada por la oposición: si no logrará reunir al menos 158 votos, lo que representa la mayoría mínima del Gobierno en el senado, el centro-derecha pedirá sus dimisiones al Presidente de la República, Giorgio Napolitano.

Singularidad italiana en Afganistán

A pesar de encontrarse en Afganistán en el marco de una misión militar de la OTAN, Italia ha puesto algunas limitaciones a la participación de sus tropas el las acciones militares. Los militares italianos sólo operan en Kabul y en la región Oeste. En situación de emergencia, y a frente de peticiones de intervención en otras áreas por parte de la OTAN, el Gobierno italiano tiene 72 horas de tiempo para responder. Además, los acuerdos prevén que las tropas italianas no se empleen en acciones de combate, como la que está teniendo lugar en el sur del país y en la que participan ingleses y norteamericanos.

La búsqueda de este compromiso, que formalmente sitúa al contingente italiano en una misión de reconstrucción (aunque cada día más cercana a la guerra) ha hecho posible que el Gobierno de centro-izquierda de Romano Prodi aprobara la misión poco tiempo después de ser elegido el año pasado.

Doce meses después, la izquierda radical italiana tiene claro que la de Afganistán se ha convertido en una misión de guerra. Por esta razón Prodi tiene tantas dificultades en ver su refinanciación aprobada.