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46 países piden que se prohíban las minas antipersona en 2008

La declaración de la conferencia de Oslo propone un plan de trabajo que permita la conclusión del tratado a principios del año que viene

La declaración a favor de la aprobación en 2008 de un tratado por el que se prohíban las bombas de racimo ha obtenido el apoyo de 46 de los 49 Estados representados en la conferencia internacional sobre esta materia celebrada entre ayer y hoy en Olso.

La declaración aboga por la conclusión en 2008 de "un instrumento internacional" que prohíba "el uso, producción, transferencia y almacenamiento de estas municiones", insta a cada país a dar los pasos necesarios para acabar con las bombas de racimo y precisa que los trabajos para desarrollar el tratado podrían llevarse a cabo a lo largo de este año en Lima, Viena y Dublín.

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Contra las bombas antipersona
Prohíban las municiones de racimo

Polonia, Rumanía y Japón no han aprobado la declaración, según han informado el viceministro noruego de Asuntos Exteriores, Raymond Johansen, y las organizaciones no gubernamentales Human Rights Watch y la Coalición contra las Bombas de Racimo. España se encuentra entre los países asistentes que sí han apoyado la declaración.

La conferencia ha sido boicoteada por algunos de los principales productores de armas del mundo, como Estados Unidos, Rusia, Israel o China, pero la organización ha preferido quitar importancia a estas ausencias y ha destacado la necesidad de que otros países se comprometan a poner fin a los desastres humanos que causan estas bombas.

Otros países, como Australia, India o Pakistán, tampoco han asistido, con el argumento de que este tema debe ser tratado en otros foros, como la Convención sobre Armas Convencionales de la ONU(CCW, por sus siglas en inglés). Se da la circunstancia de que en noviembre de 2006, los Estados parte de la CCW no lograron un acuerdo para iniciar las negociaciones sobre este tema. Como consecuencia, el Gobierno noruego anunció que lideraría un proceso encaminado a lograr un tratado internacional. En este sentido, Oslo sigue los pasos del proceso de Ottawa, cuando el Gobierno canadiense lideró un proceso para la prohibición de las minas antipersona.

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La declaración

La declaración aprobada hoy insta a los países a "definir en 2008 un instrumento internacional legal" que permita prohibir "el uso, producción, transferencia y almacenamiento de estas municiones de racimo que causan daños inaceptables a los civiles".

Asimismo, la declaración pide a los países que den los pasos necesarios a nivel nacional para que el tratado sea posible. Noruega ya lo ha hecho, entre otras cosas con la celebración de esta conferencia -y de hecho ya ha expresado su deseo de que el tratado sea similar al negociado en Oslo en 1997 contra las minas antipersona-, mientras que Austria ha anuncaido una moratoria sobre estas bombas al principio de la cumbre de Oslo.

La declaración también precisa que los trabajos para desarrollar el tratado podrían llevarse a cabo en Lima, capital de Perú, entre mayo y junio de este año; en Viena, capital de Austria, entre noviembre y diciembre; y en Dublín, capital de Irlanda, a principios de 2008.

Steve Goose, de la Coalición Munición de Racimo-Human Rights Watch, ofrece unas palabras durante la inauguración de la Conferencia de Oslo sobre Bombas de Racimo, hoy, en Oslo.
Steve Goose, de la Coalición Munición de Racimo-Human Rights Watch, ofrece unas palabras durante la inauguración de la Conferencia de Oslo sobre Bombas de Racimo, hoy, en Oslo.EFE

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