Miles de personas se congregan en Estambul para rendir homenaje al periodista asesinado

Decenas de miles de personas, según cálculos de las televisiones turcas, han despedido en silencio al periodista asesinado Hrant Dink en un cortejo fúnebre que se ha convertido en una manifestación de protesta por su muerte. Tras los mensajes dirigidos a los congregados por la esposa de la víctima, Rakel Dink, y de su amigo Aydin Engin, el coche fúnebre ha partido cubierto de claveles hacia una iglesia ortodoxa armenia, donde se ha oficiado el funeral.

La marcha, prácticamente silenciosa, ha recorrido ocho kilómetros por las principales calles de Estambul, desde las oficinas del periódico Agos -que dirigía Dink- hasta la iglesia ortodoxa armenia en la que se ha celebrado su funeral. El asesinato a tiros el pasado viernes del periodista de origen armenio y director del semanario Agos, frente a la oficina del rotativo, en el barrio de Osmanbey (Estambul), ha costernado a las autoridades y a la opinión pública en Turquía.

Su familia ha pedido a los congregados que no corearan ninguna consigna ni convirtieran el funeral en una protesta. Muchos de ellos llevaban pancartas en las que se podía leer "Todos somos Hrant Dink" y "Todos somos armenios", en turco y armenio.

Mientras, la Policía está interrogando a un total de siete sospechosos, incluyendo a un adolescente, Ogun Samast, que confesó ser el autor de los disparos, y Yasin Hayal, un nacionalista radical condenado en 2004 por un ataque contra un McDonald. Hayal ha confesado que fue quien incitó el asesinato y proporcionó al joven una pistola y dinero. Entre los sospechosos también se encuentra un estudiante universitario que presuntamente "inspiró el ataque", según ha informado el diario Hurriyet.

Los fiscales están investigando posibles relaciones entre organizaciones que podrían estar detrás de la muerte del periodista, aunque la Policía ha dicho que se cree que los sospechosos simplemente actuaron movidos por sentimientos nacionalistas. Muchos creen que el asesinato del periodista tiene que ver con sus declaraciones públicas sobre el asesinato en masa de armenios por tropas turcas a principios del siglo XX, que calificaba de genocidio. Los nacionalistas sostienen que estas consideraciones son un insulto para el honor de Turquía y una amenaza a su unidad. Dink ya había sufrido insultos y amenazas de muerte.