Haniya se retirará del gobierno palestino si se impone un boicot internacional a la ANP

El primer ministro palestino, Ismail Haniya, ha confirmado hoy que está dispuesto a renunciar a su cargo si la comunidad internacional levanta el boicot económico y diplomático que impuso a la ANP desde que Hamás asumió el gobierno en marzo. "Si ponemos de un lado el asunto del bloqueo, y del otro el que yo sea primer ministro, entonces que el bloqueo sea levantado para poner fin al sufrimiento de los palestinos", ha afirmado Haniya en el sermón semanal que suele dar los viernes en las mezquitas de Gaza.

Según el primer ministro palestino, la comunidad internacional ha pedido que sea destituido como condición para reanudar las ayudas a la ANP, suspendidas después de que el Cuarteto de Madrid le exigiera el reconocimiento de Israel y la aceptación de los acuerdos firmados hasta ahora. Fuentes palestinas implicadas en las negociaciones para la formación del gobierno unidad nacional, dirigido por los movimientos mayoritarios Hamás y Al-Fatah, ya habían adelantado a principios de esta semana que Haniya no será el próximo primer ministro.

Votación postpuesta

Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU ha pospuesto para hoy la votación de un proyecto de resolución de condena a Israel por la matanza de 19 civiles en Beit Hanun (Gaza). Qatar fue quien presentó dicho borrador en el Consejo, que se reunió ayer con caracter de urgencia para debatirlo, pero no llegó a una decisión. El documento también exige a Israel la retirada de sus tropas.

Los reunidos estudiarán hoy un proyecto de resolución en el que se pide un inmediato alto al fuego entre palestinos e israelíes, y el establecimiento de una misión de observación de la ONU que lo supervise. "El Consejo de Seguridad debe reaccionar de inmediato para detener esta agresión y los crímenes que se están cometiendo contra la población palestina", declaró el representante de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ante la ONU, Ryad Mansur. El secretario general de la ONU expresó su "conmoción" e instó a Israel a detener sus operaciones militares en Gaza.

En la sesión de ayer participó la secretaria general adjunta para Asuntos Políticos de la ONU, Angela Kane, quien hizo un llamamiento para el retorno al diálogo como la única solución a la actual espiral de violencia. El embajador de EEUU ante la ONU, John Bolton, indicó que había "demasiada emoción en el ambiente" y consideró necesaria una discusión "honesta y equilibrada", lo que se interpretó como un rechazo al proyecto de resolución. La mayoría de los miembros del Consejo coincidió en manifestar que no existe una solución militar al conflicto palestino-israelí, así como en defender la necesidad de que el Cuarteto (EEUU, ONU, UE y Rusia) se reúna con carácter de urgencia.

En el borrador de documento también se reclama una investigación de la matanza de Beit Hanun y para ello se solicita el establecimiento de una comisión especial. Además, se exige al Ejército israelí que retire sus tropas a las posiciones que tenía antes del 28 de julio, cuando empezó sus incursiones militares en Gaza, que desataron la actual ola de violencia. Por otro lado, se hace un llamamiento a la comunidad internacional, incluido el Cuarteto (EE UU, ONU, UE y Rusia), para que tomen las medidas necesarias para reanudar las negociaciones de paz.

Un fallo técnico

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha afirmado que la muerte de 18 civiles palestinos, en su mayoría mujeres y niños, ocurrida ayer en Beit Hanun, al norte de la franja de Gaza, y perpetrada por el Ejército israelí se debió a "un error técnico", al tiempo que ha expresado su pesar por las muertes. También ha pedido reunirse de inmediato, "en cualquier momento y lugar", con el presidente palestino, Mahmud Abbas, que rechazó, según Olmert, entrevistarse con él. "Se sorprenderá cuando se reúna conmigo de ver cómo de lejos estamos dispuestos a llegar. Puedo ofrecerle mucho", ha prometido Olmert, sin dar más detalles, tras reconocer que en "este caso concreto fue un error" del Ejército israelí al no ser "un ataque planeado".

Después de admitir su preocupación, en una entrevista a la cadena británica Sky TV, Olmert ha insistido en lo "incómodo" que se siente a raíz del ataque, en el que personalmente se implicó en determinar la causa del mismo. "Se debió a un error técnico de la artillería israelí. Lo comprobé y lo verifiqué", ha reiterado.

Por su parte, el comité del Ejército israelí encargado de investigar la matanza, que dirige el mayor general Meir Kalifi, bajara como la opción más probable que un proyectil se desviara 500 metros de su trayectoria, bien por un error técnico en el rádar de la batería de artillería o en su ordenador de disparo, o bien por un fallo humano, ya que tanto el radar como el ordenador son operados de forma manual, según informa hoy el diario Haaretz.