Presos bolivianos se cosen los labios y se atan a cruces para exigir cambios en las leyes penales
Las nuevas medidas de presión se suman a la huelga de hambre iniciada el lunes por centenares de reclusos
Varios reclusos de cárceles de Bolivia se cosieron ayer los labios, se enterraron hasta el cuello y se ataron a cruces para exigir cambios en la leyes penales, agilidad en sus juicios y mejoras en las penitenciarias del país. Las nuevas medidas de presión se sumaron a la huelga de hambre que iniciaron el lunes centenares de reclusos en los penales, como parte de una protesta en la que participan asi 7.000 presos.
El director de Régimen Penitenciario, Ramiro Llanos, dijo ayer a los medios informativos locales que esperaba que la protesta no se haga masiva y anunció que el Ejecutivo coordina con otros poderes, el Judicial y el Legislativo, la atención de esas demandas.
Los reclusos reclaman que las penas por narcotráfico se establezcan según la cantidad de droga decomisada y que se reemplace con años de trabajo y estudio parte de sus condenas. Además exigen agilidad en sus juicios ya que el setenta por ciento de la población presidiaria no tiene sentencia, un porcentaje que Llanos calificó "de los peores niveles que se dan en el mundo".
En la cárcel de la ciudad central de Cochabamba, algunos reclusos se cosieron los labios frente a las cámaras de televisión, mientras que las mujeres se extrajeron sangre con jeringuillas para escribir con ella sus reclamaciones en carteles. En el penal de San Pedro, los reclusos se enterraron hasta el cuello y se crucificaron atados a cruces en los balcones del recinto carcelario, mientras decenas de sus familiares protestaban y les apoyaban en las puertas del presidio.
El director de Régimen Penitenciario subrayó que las soluciones no estaban directamente en sus manos porque la agilidad en los procesos judiciales depende del Poder Judicial y la modificación de las leyes al Parlamento.
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