Unos comicios marcados por la tragedia

Las autoridades del Ministerio de Aeronáutica brasileño consideran prácticamente imposible que pueda haber supervivientes entre las 155 personas que viajaban a bordo del Boeing 737-800 de la compañía Gol que en la tarde del viernes cayó en plena selva de Mato Grosso. Aunque la Fuerza Aérea Brasileña ya ha localizado la caja negra del avión, continúa sin conocerse la causa del accidente, el peor de la historia de la aviación civil brasileña, que ha empañado las elecciones que se celebraron el domingo en el país.

Según ha informado la institución aeronáutica en un comunicado oficial, "fueron encontrados los equipos de grabación de voz y de datos de la aeronave y serán enviados a la comisión de investigación del accidente para ser analizados". La compañía Boeing ha enviado a Brasil dos peritos que estudiarán el caso a la espera de poder descifrarla caja negra.

Los trabajos se centran en la retirada de los cuerpos, el abastecimiento de los equipos que trabajan en el lugar del accidente, y en la ampliación del perímetro de búsqueda en la selva, según el comando de la Fuerza Aérea. Se calcula que el trabajo de rescate de las víctimas durará al menos tres días, dado que los cuerpos sólo pueden ser transportados en helicóptero hasta una base aérea.

Quienes están ayudando en el rescate de las víctimas son un grupo de 11 indígenas caiapós, liderados por el jefe Megaron Txucarramao, que recorrieron 40 kilómetros entre la aldea Piarucu y la confluencia de los ríos Jariná y Xingú. Los equipos de rescate enviados por las autoridades y los de los indios tuvieron que abrirse paso a través de la selva con machetes. Los miembros de la comunidad indígena en cuyo territorio cayó el avión se declaran apenados. "Estamos todos tristes", dice Megaron, "porque de repente cayó un bicho enorme dentro de nuestro territorio; es algo muy ruin".

Interrogantes

Descartada la hipótesis de que puedan ser halladas personas con vida, ahora la atención se centra en las causas del desastre protagonizado por un aparato que tenía sólo un mes de vida y apenas había volado 200 horas. La hipótesis más plausible es la de una colisión con un avión ejecutivo Legacy, que realizaba su primer vuelo desde que salió de la fábrica e iba a ser entregado a su comprador en EE UU. El avión, que perdió un ala en el choque con un objeto que los pilotos no vieron (sólo su sombra), consiguió aterrizar de emergencia en una base aérea, sin que se produjeran víctimas.

Por el momento, las hipótesis son variadas. En primer lugar, no se explica que los dos aviones viajaran en sentido contrario y a la misma altura, como también es inexplicable que no funcionaran los radares de control de ambos aparatos, nuevos y modernos, capaces de detectar cualquier objeto que se acerque a ellos y desviarse automáticamente. ¿No funcionó el radar de uno de los aviones? ¿Estaban desconectados? ¿Hubo neglicencia humana? Otro de los interrogantes es por qué el avión Legacy acabó cambiando la ruta prevista.

"Responsabilidad objetiva"

La dirección de la aerolínea Gol ha dicho en un escueto comunicado que "reconoce su responsabilidad objetiva en cuanto a las debidas indemnizaciones a las familias" de las víctimas. La empresa ha asegurado que asumirá todos los gastos de traslado, funerales, y entierros o incineraciones de los cuerpos. Además dará apoyo psicológico a los familiares de las víctimas.

Tras fuertes presiones de los familiares que reclamaban acciones rápidas de rescate y más información, el Gobierno decidió llevar a seis representantes de los mismos en un sobrevuelo por la zona del desastre. De esta manera esperaba convencer a los familiares de las víctimas de las dificultades de las operaciones, y de la improbable posibilidad de que hubiera algún sobreviviente.