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Alto el fuego en Oriente Próximo

Israel espera el despliegue de la ONU mientras miles de libaneses intentan volver a sus casas

Los soldados libaneses podrían comenzar a desplegarse por el sur del país en unos días

Un día después de la entrada en vigor del alto el fuego en Líbano, se mantiene una tensa calma en el país mientras miles de desplazados libaneses forman grandes atascos en las carreteras al emprender camino de regreso a sus hogares o a lo que queda de ellos. Mientras, Israel espera el despliegue de la fuerza multinacional y de los soldados libaneses para retirarse de sus posiciones en el sur de Líbano.

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Según un alto responsable del ejército de Líbano, los soldados libaneses van a comenzar su despliegue "en los próximos días" hasta la frontera con Israel, aunque no ha dado una fecha precisa. "Este despliegue debe permitir extender la autoridad del Estado sobre todo el territorio libanés", como establece la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que decreta el alto el fuego en la zona y que fue aprobada el viernes. También incluye el despliegue de una fuerza internacional de paz -en unos 10 días, según la ONU- que ayude a los soldados libaneses a hacerse con el control del sur de Líbano, donde la guerrilla de Hezbolá campa a sus anchas y desde donde dispara sus cohetes contra Israel.

Para discutir sobre la nueva situación militar en la zona, el ministro francés de Exteriores, Philippe Douste-Blazy, se ha desplazado a Beirut. Según el departamento francés de Exteriores, Douste-Blazy debatirá con las autoridades libanesas, entre ellas el primer ministro, Fuad Siniora, sobre "las condiciones del despliegue" del refuerzo de la misión de la ONU en el Líbano (Finul). También comentará la "cuestión de la reapertura de los puertos y aeropuertos [que Israel mantiene bloqueados], de las condiciones de la distribución de la ayuda humanitaria, en especial a la población desplazada".

Israel espera a este despliegue multinacional para abandonar sus posiciones en el sur de Líbano, donde ha desplazado a unos 30.000. Si todo va como espera el Gobierno, parte de los soldados israelíes enviados a la zona podrían comenzar a salir del país en un día o dos. Ayer, algunos militares israelíes iniciaron la retirada de los puntos menos valiosos estratégicamente, aunque persiste el temor de que, una vez fuera sus soldados, Hezbolá retome posiciones, ataque a los soldados en retirada y se haga de nuevo con el control efectivo de la zona, antes de que lo hagan los soldados de la ONU. Esos puntos serán entregados a la misión Finul existente -que consta de unos 2.000 hombres-, antes incluso de que sea reforzada con el nuevo contingente internacional, hasta llegar a los 15.000 efectivos.

Lento regreso

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Mientras, salvo pequeños escarceos, la frágil tregua que comenzó ayer se mantiene entre el ejército israelí y los milicianos de Hezbolá. La calma tensa, con cada bando estudiando con lupa los movimientos de su rival, ha permitido que miles de libaneses que huyeron de la guerra en el sur hayan emprendido el regreso a casa, pese a que Israel anima a los desplazados a retrasar la vuelta por los peligros que pueden subsistir en el sur del país. Hasta un millón de libaneses tuvieron que desplazarse por la guerra y ahora se forman grandes atascos en la vuelta al hogar, entre otras cosas porque Israel ha destruido o dañado numerosas carreteras y puentes.

En uno de los incidentes, Hezbolá ha lanzado hasta 10 cohetes contra posiciones israelíes. Calificándolos de operaciones defensivas se evita el incumplimiento de la tregua. Israel también ha matado a algunos milicianos. De hecho, Hezbolá clamó victoria ayer y descartó su desarme, mientras que Israel dijo que seguiría persiguiendo a Hezbolá.

Pese a ello, una corriente de vehículos ha iniciado un lento periplo hacia el sur, causando enormes atascos a la salida de las ciudades y allí donde las carreteras muestran los estragos de los misiles israelíes. En la salida de Beirut hacia el sur y en Tiro se registran grandes embotellamientos, así como en la salida de Saida o de Masnaa, en la frontera con Siria.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, en la sesión especial del parlamento de Israel.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, en la sesión especial del parlamento de Israel.AP
El presidente estadounidense George W. Bush (c) acompañado por (i a d) el jefe de Estado Mayor de la Casa Blanca Josh Bolten, el vicepresidente Dick Cheney, la secretaria de estado estadounidense Condoleeza Rice y el asesor de Seguridad Nacional Stephen Hadley, en una rueda de prensa en la que ha analizado la nueva situación en Líbano
El presidente estadounidense George W. Bush (c) acompañado por (i a d) el jefe de Estado Mayor de la Casa Blanca Josh Bolten, el vicepresidente Dick Cheney, la secretaria de estado estadounidense Condoleeza Rice y el asesor de Seguridad Nacional Stephen Hadley, en una rueda de prensa en la que ha analizado la nueva situación en Líbano

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