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Júbilo espontáneo en las calles de Miami y llamadas a la prudencia de analistas y políticos

Diversas voces se alzan para reflexionar sobre la transición en Cuba cuando algunos piensan ya que Castro ha muerto

Bailes en la calle, bocinazos y festejos en el barrio de la Pequeña Habana de la ciudad norteamericana de Miami, donde viven cerca de un millón de exiliados cubanos, la mitad de los disidentes de la isla en el "vecinito del norte". Así calificó el dictador cubano Fidel Castro a Estados Unidos hace unos días; ahora, su hospitalización cuando está a punto de cumplir 80 años ha levantado una oleada de júbilo espontáneo al otro lado de mar del Caribe.

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La cesión provisional de poder a su hermano Raúl se ha interpretado en Miami como el principio del fin de la dictadura y el comienzo de la transición. Sin embargo, otros lo ven como una añagaza del presidente cubano; así, el alcalde de la ciudad, Carlos Álvarez, ha pedido moderación.

"Un sistema totalitario es capaz de cualquier mentira, pero sabemos con seguridad que se acerca el final de la tiranía. Una cosa es clara: el hecho de que Fidel haya cedido temporalmente el poder significa que se encuentra en una grave situación de salud", ha señalado el congresista republicano por Florida Lincoln Díaz-Balart. Aún más lejos va el analista Carlos Alberto Montaner, que cree que el régimen cubano puede estar ocultando la muerte de Castro. En ese sentido se ha pronunciado Sylvia Yriondo, presidenta de la Asociación Madres y Mujeres Antidepresión por Cuba, que se inclina a pensar que el dictador está ya muerto o incapacitado de manera irreversible.

La congresista republicana por Florida Ileana Ros Lehtinen ha terciado: "Pudiera que este dictador haya muerto, pero si otros vienen a asumir el control estamos igual; si tenemos una oportunidad de hacer cambios profundos ese momento puede ser hoy". Y es que la enfermedad de Castro parece haber abierto ya completamente el debate sobre cómo hacer la transición en Cuba, avivado incluso dentro de la isla en los últimos meses ante el delicado estado de salud del mandatario.

El profesor Jaime Suchlicki, del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami, opina que lo que ha hecho Castro al ceder el poder a su hermano es "una sucesión de facto" que responde al esquema previsto por el régimen: Raúl maneja el país ahora que Fidel está en su etapa final, y mantendrá el poder y se quedará ahí al menos por un tiempo.

Una persona celebra con una careta de Castro las noticias llegadas de la isla, en la ciudad norteamericana de Hialeah.
Una persona celebra con una careta de Castro las noticias llegadas de la isla, en la ciudad norteamericana de Hialeah.AP

Miami, en situación de alerta

El ex alcalde de Miami Alex Penellas, ha explicado el plan de emergencia aprobado durante su mandato en previsión de que Castro muriera. Se levanta sobre tres ejes: controlar las manifestaciones de júbilo, controlar a los agentes castristas para que no haya intentos de manipulación y reforzar la seguridad de puertos y aeropuertos para que no haya la salida masiva de cubanos hacia la isla.

El riesgo de un éxodo es precisamente el mayor temor del Gobierno norteamericano. El actual alcalde, Carlos Alvarez, ha señalado que el plan de emergencia no se ha activado, aunque la ciudad está en el nivel de alerta 2. El Ejército, por su parte, está listo para movilizarse por si se produjera un éxodo como el de la crisis del Mariel, en abril de 1980, cuando más de 125.000 cubanos salieron de la isla y llegaron a colapsar Miami.

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