Israel mantiene su estrategia de "incursiones limitadas" en Líbano tras la no condena de la ONU
EE UU impide que el Consejo de Seguridad pueda censurar la muerte de cuatro 'cascos azules' en el país atacado
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no ha logrado llegar a un acuerdo para condenar la muerte de cuatro de sus observadores en Líbano por un bombardeo "aparentemente deliberado" de Israel, ante la oposición de Estados Unidos a que el incidente fuera calificado de esta manera. Finalmente, en el texto, aprobado esta noche, se declaran "profundamente consternados". Tras este intento fallido, el Gobierno israelí cree que la comunidad internacional, "con una bendición" o "apretando los dientes", ha autorizado sus ataques. Israel ha decidido esta tarde mantener su ofensiva de "incursiones limitadas" en territorio libanés, en lugar de intensificarla.
'No' a una ofensiva masiva. Tras la muerte de nueve soldados israelíes en el sur del Líbano, el mayor número de bajas en un sólo día desde que comenzó la ofensiva, el Gabinete para Asuntos de Seguridad, presidido por el primer ministro Ehud Olmert, se ha reunido y ha desestimado la petición del Ejército para que aprobara un llamamiento a gran escala de reservistas para incrementar las operaciones terrestres. "Se ha decidido seguir con la misma estrategia, incursiones por tierra señaladas y bombardeos por aire, pero no lanzar una gran ofensiva", ha explicado una fuente oficial. Olmert aseguró durante la reunión que los objetivos de Israel se están cumpliendo, según la radio pública. Asimismo, Yediot Ahronot informa de que los miembros del Gabinete indicaron que no tienen intención de abrir un nuevo frente contra Siria y que las operaciones en Líbano continuarán tal como se están desarrollando.
Falta de consenso en la ONU. La pasada madrugada, los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU pasaron horas discutiendo qué escribir en un papel sobre la muerte de sus cuatro cascos azules en Líbano. Un informe preliminar asegura que el organismo advirtió hasta diez veces en seis horas al mando militar israelí del peligro que corrían sus observadores ante el intenso bombardeo al que estaba siendo sometida la zona en la que se encontraban. La base de la Fuerza Interina de la ONU para Líbano estaba perfectamente identificada. Aun así, un misil de precisión se la llevó por delante.
Estados Unidos se ha opuesto a que fuera una resolución de "condena" y a que se mencionase que el ataque israelí fue "aparentemente deliberado", como aseguró ayer el secretario general de la ONU, Kofi Annan. Finalmente, esta noche se ha aprobado el texto, una declaración presidencial en la que se expresa la "profunda conmoción y perplejidad" del Consejo. El documento insta a Israel a abrir una investigación sobre el ataque.
Bloqueo diplomático. La conferencia internacional celebrada ayer en Roma terminó sin acuerdos concretos, al impedir EE UU que se pudiera forjar una tregua. La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, se opuso a pactar un cese de las hostilidades a menos que éste fuera "duradero". Sobre la posibilidad de desplegar una fuerza de interposición internacional en la zona, los 15 participantes (además, también estaban presentes representantes de la Unión Europea, la ONU y el Banco Mundial) acordaron sólo que se autorizara de forma urgente bajo mandato de Naciones Unidas.
Sobre esta cumbre, el ministro israelí de Justicia, Haim Ramón, ha asegurado hoy: "Recibimos ayer en la conferencia de Roma la autorización de facto del mundo para continuar la operación, es decir, esta guerra, hasta erradicar la presencia de Hezbolá de Líbano y [lograr] su desarme". En su opinión, ese permiso se lo dieron algunos países "con una bendición" y otros "apretando los dientes".
16º día de bombardeos. La artillería y la aviación israelíes continúan asuelando hoy Líbano por 16 día consecutivo. Los ataques, que han dejado al menos 10 muertos, se han centrado en laz regiones meridionales de Nabatea, Tiro e Iqlim at Tuffah, mientras que continúan los combates en la ciudad de Bint Yubail, que las tropas de Israel tratan de tomar desde el domingo. El ministro libanés de Salud, Muhamad Jalife, ha ofrecido esta noche el último balance de los ataques: más de 600 civiles muertos, entre los que se incluyen más de 200 que aún permanecen bajo los escombros de edificios destruidos por los bombardeos. Jalife ha agregado que la cifra de cadáveres recibidos en los hospitales asciende a 401, de los cuales 43 aún no han sido identificados.
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