Los patrimonios de Lula y Alckmin
Los principales candidatos a la presidencia de Brasil hacen públicas sus respectivas declaraciones de bienes
La campaña electoral para los comicios en los que el próximo octubre los brasileños elegirán presidente, diputados, senadores y gobernadores estatales ha comenzado oficialmente su andadura.
Y, como es habitual, uno de los asuntos que acaparan la atención de los ciudadanos son las declaraciones de patrimonio que, según la ley, deben hacer públicas los candidatos.
Este año, la atención estaba puesta en los dos principales rivales electorales: el ex sindicalista y actual presidente de la República, Luiz Inácio Lula da Silva, y el médico y ex gobernador socialdemócrata de São Paulo Geraldo Alckmin.
Ahora ya se sabe que el patrimonio de ambos está prácticamente igualado, aunque parece que Lula es un poco más rico que Alckmin. El primero declara poseer un patrimonio —entre dinero e inmuebles— de 839.033,52 reales (unos 330.000 euros), mientras que el segundo declara 691.698,99 reales (unos 220.000 euros).
En lo que se refiere a la cantidad de dinero que ambos piensan gastar en la campaña electoral a través de sus respectivos partidos, la cercanía es aún mayor: Lula prevé un gasto de 89 millones de reales y Alckmin, de 85 millones.
El patrimonio de Lula se ha duplicado desde 2002, año en que conquistó la presidencia de la República, ya que en dicho año había declarado un patrimonio de 422.949,32 reales.
Para evitar especulaciones, el Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece Lula, emitió ayer una nota en la que explica este hecho como algo normal. En dicho comunicado se recalca que Lula estuvo acertado a la hora de invertir su dinero. Lo aplicó sobre todo a fondos de acciones de Petrobras, Vale do Rio Doce, Banco de Brasil y Banco Bradesco. Puesto que en Brasil el dinero produce los intereses más altos del mundo, el patrimonio de Lula casi se duplicó.
La nota del PT explica además que el sueldo de Lula como presidente es de 8.800 reales mensuales, que prácticamente ahorra, y que también disfruta de una pensión de 4.294 reales por haber estado encarcelado durante la dictadura.
Tras los escándalos de corrupción que han salpicado al Gobierno y al PT, que admitió haber recibido dinero negro para sus campañas electorales, la de este año se augura más sobria y estará controlada por el Supremo Tribunal Electoral.
El PT, sin embargo, ha presentado como candidatos al Parlamento a todos los miembros que han sido acusados de corrupción, desde el ex ministro Antonio Palocci al ex presidente del partido José Genoino; ambos se vieron obligados a dimitir.
Existe una cierta curiosidad por saber cómo va a reaccionar la opinión pública ante lo que puede considerarse una provocación.
Además de sus declaraciones de patrimonio, Lula y Alckmin también han depositado ante el Supremo Tribunal Federal los lemas de sus respectivas campañas. El de Lula es Por un Brasil del pueblo. Y el de Alckmin, Por un Brasil decente, que parafrasea el que empleó Lula en la pasada campaña electoral, Por un Brasil decente, Lula presidente.
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