Los estudiantes de secundaria chilenos terminan la huelga que mantenían desde hace un mes

Los estudiantes de secundaria chilenos acordaron ayer terminar el paro nacional y las protestas que mantenían desde hacía un mes en demanda de una mejora en la calidad educativa y anunciaron que volverán a clases la próxima semana.

"Volvemos a las clases, los liceos se empiezan a entregar desalojar] desde hoy [por ayer]", dijo Juan Carlos Herrera, uno de los portavoces de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), al término de una reunión celebrada en un céntrico liceo de Santiago.

Los estudiantes acordaron en la reunión integrarse, aunque con una visión crítica, al Comité Asesor para materias de Educación formado hace unos días por la presidenta del país, Michelle Bachelet, a pesar de que la mandataria no acogió la exigencia estudiantil de tener "el 50% más uno" de los integrantes de esa instancia.

Bachelet ofreció seis puestos a los estudiantes secundarios, de un total de 66 miembros, y la ACES deberá ahora a designar a sus representantes.

Herrera indicó que los estudiantes evaluarán permanentemente el trabajo del Comité asesor y no descartó nuevas movilizaciones si sus demandas no son atendidas. Añadió que actuarán en el Comité con posiciones comunes junto con los estudiantes universitarios y los profesores.

El Comité, según la presidenta Bachelet, deberá diseñar en un plazo de tres meses las reformas a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), que según los secundarios y numerosos expertos ha dado lugar a una educación desigual para ricos y pobres.

La LOCE fue establecida por el dictador Augusto Pinochet el 10 de marzo de 1990, un día antes de dejar el poder y su principal característica es que deja la enseñanza a criterio del mercado, con una mínima participación del Estado.

Herrera se mostró orgulloso de la prolongada movilización, "con la formación de una orgánica a nivel nacional y la conquista de los temas económicos que habíamos planteado", como la gratuidad de la pruebas de selección universitaria y del pase escolar, y parcialmente del pasaje escolar en el transporte público.

La movilización, que se agudizó desde el 19 de mayo, cuando los estudiantes ocuparon centenares de liceos en todo el país, incluyó dos jornadas nacionales de protestas que dejaron miles de detenidos, varias decenas de lesionados y daños materiales cuantiosos.

En los últimos días, sin embargo, el movimiento se había desgastado a causa de discrepancias internas, el cansancio de los adolescentes que mantenían ocupados los colegios y una creciente deserción de establecimientos cuyos alumnos habían resuelto volver a clases.

El retorno a las clases se concretará el próximo martes, pues el lunes es festivo.